3/04/2020, 22:47
(Última modificación: 3/04/2020, 23:51 por Hanamura Kazuma. Editado 2 veces en total.)
«Interesante», pensó al ver la técnica ejecutada por su oponente.
Su cuchilla de chakra opaco, que iba en horizontal, choco con otra resplandeciente que había sido arrojada en vertical. Ambas técnicas se encontraron, formando una cruz de niebla y relámpagos que se disipo rápidamente. El público vio aquello e inmediatamente prorrumpió en gritos de exaltación, pues aquel espectáculo sobrehumano eran lo que habían ido a ver.
Aquel choque de técnicas le dejo a Kazuma una duda y dos certezas: la duda era, si aquello implicaba que su oponente manejaba el ninjutsu, y que la espada le era solo de apoyo; la primera certeza es que él manejaba mejor el chakra, por lo que podría ganarle en velocidad cuando de ejecutar técnicas se trataba; y la segunda certeza era que su chakra era tan fuerte como el de su oponente.
Mientras pensaba su siguiente movimiento, su oponente se arrojó al ataque, buscando el cuerpo a cuerpo. Otros más fuertes y confiados que él se hubiesen dejado llevar por la adrenalina; pero él sabía que mantener la calma era su fortaleza, y que perdería en el momento en que la abandonase.
El arma de su oponente le superaba en alcance, con lo que se complicaba contraatacar. Por aquello se limitaría a frenar el espadazo con su mano diestra, pero sabiendo que le costaría defenderse en un intercambio de cortes. Por eso optaría por jugársela: aplicaría un refuerzo de chakra a su arma y realizaría un giro de muñeca. Dicho refuerzo de chakra era invisible, por lo que la técnica era una buena manera de tomar al oponente por sorpresa y desarmarlo.
«Tiene otra arma…, pero no le daré tiempo para tomarla: Ninpō: Bunkai», pensaría mientras preparaba su brazo para realizar un corte en el brazo de su oponente en cuanto estuviese desarmado.
Su cuchilla de chakra opaco, que iba en horizontal, choco con otra resplandeciente que había sido arrojada en vertical. Ambas técnicas se encontraron, formando una cruz de niebla y relámpagos que se disipo rápidamente. El público vio aquello e inmediatamente prorrumpió en gritos de exaltación, pues aquel espectáculo sobrehumano eran lo que habían ido a ver.
Aquel choque de técnicas le dejo a Kazuma una duda y dos certezas: la duda era, si aquello implicaba que su oponente manejaba el ninjutsu, y que la espada le era solo de apoyo; la primera certeza es que él manejaba mejor el chakra, por lo que podría ganarle en velocidad cuando de ejecutar técnicas se trataba; y la segunda certeza era que su chakra era tan fuerte como el de su oponente.
Mientras pensaba su siguiente movimiento, su oponente se arrojó al ataque, buscando el cuerpo a cuerpo. Otros más fuertes y confiados que él se hubiesen dejado llevar por la adrenalina; pero él sabía que mantener la calma era su fortaleza, y que perdería en el momento en que la abandonase.
El arma de su oponente le superaba en alcance, con lo que se complicaba contraatacar. Por aquello se limitaría a frenar el espadazo con su mano diestra, pero sabiendo que le costaría defenderse en un intercambio de cortes. Por eso optaría por jugársela: aplicaría un refuerzo de chakra a su arma y realizaría un giro de muñeca. Dicho refuerzo de chakra era invisible, por lo que la técnica era una buena manera de tomar al oponente por sorpresa y desarmarlo.
«Tiene otra arma…, pero no le daré tiempo para tomarla: Ninpō: Bunkai», pensaría mientras preparaba su brazo para realizar un corte en el brazo de su oponente en cuanto estuviese desarmado.