5/04/2020, 00:07
Nada me impidió alcanzar la posición se mi oponente y lanzar un tajo en perpendicular en dirección a su cintura. Nada me impidió hacerlo, pero la espada del chico bloqueó el golpe y luego...
Aunque el chakra que se aplicaba sobre la espada para realizar aquella técnica no era visible, yo conocía el movimiento de muñeca que mi oponente estaba haciendo, y conociendo la técnica, conoces la manera de devolverla.
Aquel enfrentamiento pensaba ganarlo yo, y sería yo quien desarmarse, para su sorpresa, a mi oponente. Aunque claro, quizás no debía sorprenderle tanto, viéndome empuñar la espada, que aquello fuese a ir a en su contra y quizás tuviese algo preparado.
Pero no había tiempo de pararse a pensarlo, aunque pudiese recuperar su arma de alguna manera, por que existían técnicas para hacerlo, no pensaba dejarle tiempo para reaccionar.
En cuanto la espada saliese despedida de su mano, yo daría un tajo desde su hombro derecho hacia su pierna izquierda. Quizás le dejaba una herida muy fea, pero no se podía ir a un torneo de ese calibre y esperar salir ileso.
Aunque el chakra que se aplicaba sobre la espada para realizar aquella técnica no era visible, yo conocía el movimiento de muñeca que mi oponente estaba haciendo, y conociendo la técnica, conoces la manera de devolverla.
Un oponente que conozca la técnica se dará cuenta de lo que intenta el usuario y podrá pagar el gasto para devolverla. Para saber quién gana y desarma al contrario, se suman sus destrezas y la mitad de sus fuerzas, el daño más elevado del arma que empuñan, y por último, se suma una bonificación de 20 puntos si en el momento del intento de desarme cualquiera de los dos empuña su arma con dos manos
Kazuma: Destreza 45+ mitad de Fuerza 17,5 (35/2) + Daño más alto Ninjato 40 = 102,5
Reiji: Destreza 50 + mirad de Fuerza 20 (40/2)+ daño más alto Uchigatana 50 + Dos manos 20 = 140
Kazuma: Destreza 45+ mitad de Fuerza 17,5 (35/2) + Daño más alto Ninjato 40 = 102,5
Reiji: Destreza 50 + mirad de Fuerza 20 (40/2)+ daño más alto Uchigatana 50 + Dos manos 20 = 140
Aquel enfrentamiento pensaba ganarlo yo, y sería yo quien desarmarse, para su sorpresa, a mi oponente. Aunque claro, quizás no debía sorprenderle tanto, viéndome empuñar la espada, que aquello fuese a ir a en su contra y quizás tuviese algo preparado.
Pero no había tiempo de pararse a pensarlo, aunque pudiese recuperar su arma de alguna manera, por que existían técnicas para hacerlo, no pensaba dejarle tiempo para reaccionar.
En cuanto la espada saliese despedida de su mano, yo daría un tajo desde su hombro derecho hacia su pierna izquierda. Quizás le dejaba una herida muy fea, pero no se podía ir a un torneo de ese calibre y esperar salir ileso.