5/04/2020, 12:33
Eri miró con admiración como Datsue comenzaba a entrenar el Chidori pese a todos los sellos que este tenía, y era capaz de parar antes de romper nada. Ella apoyó su Naginata en su hombro derecho y se alejó de Hana para poder entrenar con su lanza tranquilamente.
Empezó con algunas estocadas al aire para luego darse inmediatamente la vuelta y volver a arremeter contra la nada, como si alguien hubiera venido desde detrás hacia ella. Y echó una ojeada a Hana.
Pero de ella ya no dependía que lo lograse, solo dependía de la rubia.
Empezó con algunas estocadas al aire para luego darse inmediatamente la vuelta y volver a arremeter contra la nada, como si alguien hubiera venido desde detrás hacia ella. Y echó una ojeada a Hana.
Pero de ella ya no dependía que lo lograse, solo dependía de la rubia.