9/04/2020, 12:54
Datsue tuvo que haberlo visto venir. Aún sin el Sharingan activado, las señales estaban ahí, frente a sus narices. Esas lágrimas que brotaban, incontenibles, de los ojos risueños de Daruu. Esa mano que Ayame se llevaba una y otra vez a la boca para ocultarla. Ese…
… ese empeño por comerse una jodida croqueta de mierda. ¡Ni cuando rechazó ir a una pizzería la última vez Daruu había insistido tanto en llevarle la contraria! ¡Esa, esa era clave que tenía que haberle abierto los ojos! Pero no fue capaz de verlo, porque, con el dinero, Datsue siempre se cegaba.
No fue hasta que la pareja se empezó a descojonar en su cara que lo comprendió todo. La franqueza acudió a sus labios:
—¡Bah!, par de gilipollas —soltó, abrupto y ofendido—. ¡Con esas cosas no se juegan!
Había cientos de cosas sobre las que se podían bromear. Un brick de zumo que en realidad contuviese humo; una sorpresa inofensiva sellada en el pecho en forma de bola de fuego; un… ¡un tsunami sellado en una carta, incluso! Pero, ¿jugar con el dinero? ¿Con los ahorros de uno? ¡Eso nunca! ¡Eso estaba feo! ¡Eso era tabú!
Chasqueó la lengua mientras negaba con la cabeza, todavía irritado. «Mamones de mierda, joder. Menudo susto me han metido en el cuerpo».
Suspiró, todavía con el ceño fruncido y apartando la mirada.
—Bueno, pues vamos a una pizzería, que de la otra vez Daruu se quedó con las ganas —dijo, recordando la última vez que habían estado allí, hacía ya cosa de un año. Aunque más que por Daruu lo hacía por sí mismo: las pizzerías solían ser baratas en comparación con el resto de restaurantes y, qué coño, estaban buenísimas.
… ese empeño por comerse una jodida croqueta de mierda. ¡Ni cuando rechazó ir a una pizzería la última vez Daruu había insistido tanto en llevarle la contraria! ¡Esa, esa era clave que tenía que haberle abierto los ojos! Pero no fue capaz de verlo, porque, con el dinero, Datsue siempre se cegaba.
No fue hasta que la pareja se empezó a descojonar en su cara que lo comprendió todo. La franqueza acudió a sus labios:
—¡Bah!, par de gilipollas —soltó, abrupto y ofendido—. ¡Con esas cosas no se juegan!
Había cientos de cosas sobre las que se podían bromear. Un brick de zumo que en realidad contuviese humo; una sorpresa inofensiva sellada en el pecho en forma de bola de fuego; un… ¡un tsunami sellado en una carta, incluso! Pero, ¿jugar con el dinero? ¿Con los ahorros de uno? ¡Eso nunca! ¡Eso estaba feo! ¡Eso era tabú!
Chasqueó la lengua mientras negaba con la cabeza, todavía irritado. «Mamones de mierda, joder. Menudo susto me han metido en el cuerpo».
Suspiró, todavía con el ceño fruncido y apartando la mirada.
—Bueno, pues vamos a una pizzería, que de la otra vez Daruu se quedó con las ganas —dijo, recordando la última vez que habían estado allí, hacía ya cosa de un año. Aunque más que por Daruu lo hacía por sí mismo: las pizzerías solían ser baratas en comparación con el resto de restaurantes y, qué coño, estaban buenísimas.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado