10/04/2020, 23:01
— Ren; sere sincero contigo. Quieres ser una espadachina, estas todo el rato hablando de samurais, katanas, blablabla. Y viendo esto es más que obvio que ni te enteras del mundo que te rodea, sigues con tus cuentos de espadas. Juegas a ser un samurai, eso es todo. Da igual que es lo que te enseñe y te ayude, solo te lo tomas a broma.
El enfado de Hana se evaporó ante tal somanta de palos que el acababa de soltar su sensei y su ejemplo a seguir, así, a quemarropa. Lo único que sentía la uzujin ahora mismo eran ganas de consolar a Ren que si no se echaba a llorar sería de milagro. Ella misma ya llevaría medio discurso llorando. Acababa de llamarla infantil, credula e incompetente a grandes rasgos.
¡Y lo peor es que ahora ambos hombres de marchaban y la dejaban a ella con Ren!
— ¿E-estás bien? — preguntó desde el sitio, preocupada.
El enfado de Hana se evaporó ante tal somanta de palos que el acababa de soltar su sensei y su ejemplo a seguir, así, a quemarropa. Lo único que sentía la uzujin ahora mismo eran ganas de consolar a Ren que si no se echaba a llorar sería de milagro. Ella misma ya llevaría medio discurso llorando. Acababa de llamarla infantil, credula e incompetente a grandes rasgos.
¡Y lo peor es que ahora ambos hombres de marchaban y la dejaban a ella con Ren!
— ¿E-estás bien? — preguntó desde el sitio, preocupada.