11/04/2020, 17:13
— Eres más tonta que un gato de escayola, no has sido peor hermana que yo, y... y... y yo no te odio, eres tú la que lo dijo. Yo lo he intentado, he intentado odiarte, pero no puedo. Te quiero demasiado para odiarte, eres todo lo que tengo.
—N-No se que me paso... Supongo que me veía en la necesidad de protegerte, de hacer como si fuera la mayor... Yo...
Con la cabeza ahora acurrucada sobre su hombro, se aferró a la ropa de Hana con las manos en su espalda; gimoteando como un gato apaleado.
— No-no pasa nada, Ren. Estoy aquí. Ambas estamos bien, por suerte, porque me podrías haber ensartado en esa katana tuya si te llego a dejar. — intentó bromear para quitarle hierro al asunto, pero igual no había elegido el tema menos conflictivo.
Asintió al principio, pero después rió tontamente por aquel comentario, desviando la mirada al suelo. Los remordimientos de culpabilidad no iban a desaparecer y la torturarían incluso por las noches; por mucho que Hana dijera que lo olvidara.
— N-No hubiera podido... No quería usarla si me tocaba contigo, pensaba usar el bokken — ladeó la cabeza, esta vez ya sin sollozos y oliendo el dulce aroma que desprendía Hana. Era dulce, como ella. — ¿Que clase de samurai tiene miedo a cortar y dañar a sus enemigos?...
—N-No se que me paso... Supongo que me veía en la necesidad de protegerte, de hacer como si fuera la mayor... Yo...
Con la cabeza ahora acurrucada sobre su hombro, se aferró a la ropa de Hana con las manos en su espalda; gimoteando como un gato apaleado.
— No-no pasa nada, Ren. Estoy aquí. Ambas estamos bien, por suerte, porque me podrías haber ensartado en esa katana tuya si te llego a dejar. — intentó bromear para quitarle hierro al asunto, pero igual no había elegido el tema menos conflictivo.
Asintió al principio, pero después rió tontamente por aquel comentario, desviando la mirada al suelo. Los remordimientos de culpabilidad no iban a desaparecer y la torturarían incluso por las noches; por mucho que Hana dijera que lo olvidara.
— N-No hubiera podido... No quería usarla si me tocaba contigo, pensaba usar el bokken — ladeó la cabeza, esta vez ya sin sollozos y oliendo el dulce aroma que desprendía Hana. Era dulce, como ella. — ¿Que clase de samurai tiene miedo a cortar y dañar a sus enemigos?...