11/04/2020, 22:00
(Última modificación: 12/04/2020, 14:53 por Himura Ren. Editado 1 vez en total.)
— Creo que eso no lo decides tú, Ren, sino cuando nacimos. Yo cumplo el tercer Raiyobi de Augurio, y no puedo creerme que nunca nos dijéramos nuestros cumpleaños. — se detuvo un momento para plantearse qué pasaría si ella fuese la mayor, no quería que dejase de tratarla como una princesa solo por su edad. — Además, puedes cuidarme y protegerme aunque yo sea la mayor.
Su respiración comenzaba a normalizarse, al igual que su pulso; apenas quedaban algunos sollozos más por salir de su cuerpo. Estas entre sus brazos se sentía tranquilizador, casi espiritual, si Hana intentaba deshacer el abrazo, notaría que ella forzaría mantenerlo por unos momentos para después liberarla como si aquello solo hubiera sido casuallidad.
— ¿Enemigos? Eso es una palabra muy fuerte, solo son contrincantes. Creo que sería bastante peor que ensartases a alguien que perder por no querer herir a nadie. Piensa en qué diría cualquiera de los kages, con la situación de tensión que hay, si matas a uno de sus ninjas, aunque fuese sin querer. La guerra.
— N-No es solo el torneo... — dijo angustiada, separandosé un poco; Hana podría ver ahora su rostro cabizbajo, ligeramente sonrojoado por haber llorado. — Si estuviera allí fuera, y fuera él o yo... No sería capaz... Ya me ocurrió con aquella bestia... Esta vez solo ha sido porque estaba ciega de ira...
Su respiración comenzaba a normalizarse, al igual que su pulso; apenas quedaban algunos sollozos más por salir de su cuerpo. Estas entre sus brazos se sentía tranquilizador, casi espiritual, si Hana intentaba deshacer el abrazo, notaría que ella forzaría mantenerlo por unos momentos para después liberarla como si aquello solo hubiera sido casuallidad.
— ¿Enemigos? Eso es una palabra muy fuerte, solo son contrincantes. Creo que sería bastante peor que ensartases a alguien que perder por no querer herir a nadie. Piensa en qué diría cualquiera de los kages, con la situación de tensión que hay, si matas a uno de sus ninjas, aunque fuese sin querer. La guerra.
— N-No es solo el torneo... — dijo angustiada, separandosé un poco; Hana podría ver ahora su rostro cabizbajo, ligeramente sonrojoado por haber llorado. — Si estuviera allí fuera, y fuera él o yo... No sería capaz... Ya me ocurrió con aquella bestia... Esta vez solo ha sido porque estaba ciega de ira...