14/04/2020, 15:09
— ¿Eeeeeeeeeeeeeeeh? Ni hablar, no pienso llevar una vaina rosa Del tamaño de una Uchigatana estaría bien; esa la dejan fuera y pueden entrar en los aposentos de los señores o donde sea con la Wakizashi. Por que es como un arma de autodefensa
Le soltó las mejillas el instante en que empezó a hablar de samurais y katanas.
— Entonces una katana del tamaño de una Uchigatana, con la vaina de cualquier color menos rosa, ¿qué te parece rojo Uzushio? Seguro que a la Arashikage le parece bonito que lleves un color de nuestra villa. — no es que existiese tal color, sino que muchas cosas de Uzushiogakure compartían la misma tonalidad de rojo y para Hana, eso ya era rojo Uzu.
Se apartó un poco de Ren, llevandose el indice a los labios en gesto pensativo. No es que tuviese mucha idea de espadas, esa categoria ya la tenía cubierta y ni siquiera le había dedicado un segundo pensamiento. Por nada del mundo llevaría otra espada aparte de su Kodachi, ¿para qué? Igual más adelante, cuando fuese rica y despreocupada.
— ¿Quieres algo en especial? ¿Un mango con alguna forma rara o un filo de otro color? ¿O eso es una deshonra para los espadachines?
Sabía que había cierto culto hacia las armas por parte de los que trabajaban con ellas, Reiji como herrero era el ejemplo perfecto, le disgustaban las armas que no fuesen de su forja. Para Hana, el metal era metal y las espadas, espadas. No comprendía siquiera qué diferencias podría haber. Igual Ren pensaba similar y había algo que le pareciese inaceptable en una katana.
Le soltó las mejillas el instante en que empezó a hablar de samurais y katanas.
— Entonces una katana del tamaño de una Uchigatana, con la vaina de cualquier color menos rosa, ¿qué te parece rojo Uzushio? Seguro que a la Arashikage le parece bonito que lleves un color de nuestra villa. — no es que existiese tal color, sino que muchas cosas de Uzushiogakure compartían la misma tonalidad de rojo y para Hana, eso ya era rojo Uzu.
Se apartó un poco de Ren, llevandose el indice a los labios en gesto pensativo. No es que tuviese mucha idea de espadas, esa categoria ya la tenía cubierta y ni siquiera le había dedicado un segundo pensamiento. Por nada del mundo llevaría otra espada aparte de su Kodachi, ¿para qué? Igual más adelante, cuando fuese rica y despreocupada.
— ¿Quieres algo en especial? ¿Un mango con alguna forma rara o un filo de otro color? ¿O eso es una deshonra para los espadachines?
Sabía que había cierto culto hacia las armas por parte de los que trabajaban con ellas, Reiji como herrero era el ejemplo perfecto, le disgustaban las armas que no fuesen de su forja. Para Hana, el metal era metal y las espadas, espadas. No comprendía siquiera qué diferencias podría haber. Igual Ren pensaba similar y había algo que le pareciese inaceptable en una katana.