21/04/2020, 15:16
(Última modificación: 21/04/2020, 15:16 por Himura Ren.)
— Ay, eso duele jo — dijo con voz bastante infantil y tierna; después miro sus propias manos, todavía algo dubitativa y nerviosa. — Esta bien; daré mi mejor esfuerzo para convertirme en una espadachina de verdad ¡Y en una samurái con todos los honores si es que es posible!
Esto ultimo lo dijo muy animada, cerrando los puños con decisión frente a Hana como si se tratara de una promesa. Su rostro parecía distinto, algo más dulce y meloso; sonrió con dulzura y cerro los ojos para dejar escapar una corta risa. Se levantó por fin de aquella cama, y se dirigió cogió ambas armas, aunque no se las ató a la cintura, sino que se las echó a la espalda cogiéndolas de la cuerda que las ataría a su cintura.
Esto ultimo lo dijo muy animada, cerrando los puños con decisión frente a Hana como si se tratara de una promesa. Su rostro parecía distinto, algo más dulce y meloso; sonrió con dulzura y cerro los ojos para dejar escapar una corta risa. Se levantó por fin de aquella cama, y se dirigió cogió ambas armas, aunque no se las ató a la cintura, sino que se las echó a la espalda cogiéndolas de la cuerda que las ataría a su cintura.