24/04/2020, 11:58
— Podríamos... coger algo de comida y sentarnos en el borde del Lago Partido a comer, haciendo un picnic. O ir a buscar algún sitio donde haya espadas, tal vez hay algún museo de la katana por aquí. ¿Qué te apetece?
La idea del Lago era la que más le gustaba, pero un impulso de idiotez le decía que como no iba a haber un museo de espadas en aquel lugar. Y si hay algo como un museo, seguro que también hablan de samurais, y puede que también hubiera alguno al que pudiera acosar y derribar sin parar con millones de preguntas; se debatió durante un rato largo, y en su rostro podía leerse el sufrimiento que estaba pasando por semejante tontería.
— Pero seguro que en lago también hay algún que otro samurái montando guardia; vayamos mejor al lago — le costó mucho pronunciar aquellas palabras, e intento convencerse así misma de que habría alguno por la zona.
Aquella pequeña aldea era entre un paraíso, y un sufrimiento para ella; no sabía ni por donde empezar y tenía en parte miedo de meterse en un lío y dejar en evidencia a la aldea durante la competición porque alguien no era capaz de no formar un espectáculo cada vez que uno de aquellos guerreros armados pasaba por su lado. En cualquier caso, podría ir a hacer turismo otro día; y a lo mejor en el entrenamiento con Hana alguno se les unía.
La idea del Lago era la que más le gustaba, pero un impulso de idiotez le decía que como no iba a haber un museo de espadas en aquel lugar. Y si hay algo como un museo, seguro que también hablan de samurais, y puede que también hubiera alguno al que pudiera acosar y derribar sin parar con millones de preguntas; se debatió durante un rato largo, y en su rostro podía leerse el sufrimiento que estaba pasando por semejante tontería.
— Pero seguro que en lago también hay algún que otro samurái montando guardia; vayamos mejor al lago — le costó mucho pronunciar aquellas palabras, e intento convencerse así misma de que habría alguno por la zona.
Aquella pequeña aldea era entre un paraíso, y un sufrimiento para ella; no sabía ni por donde empezar y tenía en parte miedo de meterse en un lío y dejar en evidencia a la aldea durante la competición porque alguien no era capaz de no formar un espectáculo cada vez que uno de aquellos guerreros armados pasaba por su lado. En cualquier caso, podría ir a hacer turismo otro día; y a lo mejor en el entrenamiento con Hana alguno se les unía.