29/04/2020, 22:47
(Última modificación: 30/04/2020, 16:23 por Amedama Daruu. Editado 1 vez en total.)
Chiiro ahogó un grito al escuchar la voz de Ayame a su izquierda, y quedó paralizada en el sitio como un cervatillo. Pero luego se levantó y salió corriendo a abrazarla, a agarrarse al obi de su cintura.
—¡Lo siento, Ayame! —chilló—. ¡Tú y Daruu no os merecíais nada de esto hoy! ¡Por favor, no te enfades con Daruu! ¡Él iba a...! —De pronto, se separó de Ayame y se tapó la boca con las manos. Cambió de tema—: Yo sólo quería pasar un día con vosotros dos, os echaba de menos... y quería ver los combates, y daros una noticia, ¡y todo se ha estropeado! —Pataleó en el suelo, herida.
—¡Lo siento, Ayame! —chilló—. ¡Tú y Daruu no os merecíais nada de esto hoy! ¡Por favor, no te enfades con Daruu! ¡Él iba a...! —De pronto, se separó de Ayame y se tapó la boca con las manos. Cambió de tema—: Yo sólo quería pasar un día con vosotros dos, os echaba de menos... y quería ver los combates, y daros una noticia, ¡y todo se ha estropeado! —Pataleó en el suelo, herida.