29/04/2020, 23:32
— No quiero que pienses que no me ha gustado, de verdad Es solo que con todo lo que ha pasado... Y pese a lo de hace un rato... Aunque confíes en mí; siento que no me lo merezco. Que tengo que compensarte todavía por mi error así que... Cuando sea digna de nuevo, estaré encantada de usarlo.
No dijo nada, estaba cavilando. Empezó pensando que Ren era tonta del culo, pero no quería decirselo así tal cual. Quería hacerle entender que no pasaba nada por lo que había pasado, que esa horquilla la había hecho especialmente para ella y que si no la tenía ella, Hana no la iba a usar, ni siquiera la iba a tener en ningún sitio visible. Así que lo más sensato era que se la quedase y la usase cuando quisiera.
— Puedes coger aquel pijama bien rosita que me diste
Pero perdió un poco los nervios. Todo lo que le había dado ahora se lo estaba tirando a la cara, vale que igual había empeorado por culpa de Hana, ¡pero eso no era motivo para hacerle eso!
— ¡No! ¡No, no y no! Lo que te he dado, es tuyo, no me lo devuelvas. Si, si, si no lo quieres dimelo. ¡Pero no digas que no te lo mereces! ¡Yo te lo he dado porque quiero! Y quiero que lo uses tú, no yo, quiero que lo quieras y...
Se vino abajo por completo, ahora en su habitación estaban a salvo, podía relajarse y todo lo sucedido aquel día, todo lo que había aguantado y la hostia final que le acababa de dar Ren la tumbó. No podía hacer nada, se cayó de culo al suelo a llorar.
— Lo siento, Ren. Yo... Yo... lo siento...
No dijo nada, estaba cavilando. Empezó pensando que Ren era tonta del culo, pero no quería decirselo así tal cual. Quería hacerle entender que no pasaba nada por lo que había pasado, que esa horquilla la había hecho especialmente para ella y que si no la tenía ella, Hana no la iba a usar, ni siquiera la iba a tener en ningún sitio visible. Así que lo más sensato era que se la quedase y la usase cuando quisiera.
— Puedes coger aquel pijama bien rosita que me diste
Pero perdió un poco los nervios. Todo lo que le había dado ahora se lo estaba tirando a la cara, vale que igual había empeorado por culpa de Hana, ¡pero eso no era motivo para hacerle eso!
— ¡No! ¡No, no y no! Lo que te he dado, es tuyo, no me lo devuelvas. Si, si, si no lo quieres dimelo. ¡Pero no digas que no te lo mereces! ¡Yo te lo he dado porque quiero! Y quiero que lo uses tú, no yo, quiero que lo quieras y...
Se vino abajo por completo, ahora en su habitación estaban a salvo, podía relajarse y todo lo sucedido aquel día, todo lo que había aguantado y la hostia final que le acababa de dar Ren la tumbó. No podía hacer nada, se cayó de culo al suelo a llorar.
— Lo siento, Ren. Yo... Yo... lo siento...