3/05/2020, 11:42
Reiji no dudó y se lanzó a por Hana aún habiendo visto la esfera que le había lanzado, haciendo honor al dicho de que la mejor defensa es un buen ataque. Sin embargo, la física siguió haciendo su trabajo mientras el espadachin se lanzaba decidido a apuñalarle una pierna a la pobre genin y la bomba sonora estalló.
Eso provocó que la espada de Reiji no fuese tan certera como para perforar la pierna de Hana, aún dejandole un corte bastante feo. Hasta entonces, la genin había estado con los ojos cerrados y las orejas tapadas, lo cual la había salvado de la bomba sonora pero no del corte.
El dolor la hizo reaccionar de inmediato, girandose al espadachin ahora aturdido. Por inercia, tras dos semanas sin hacer nada más que practicar aquella técnica y al verle a tan corta distancia, empezó a acumular chakra en la palma de su diestra. Tras una breve demora, una esfera de color muy caracteristico apareció en su mano derecha, que ya se disponía a estampar dicha esfera en el pecho de Reiji.
Si conseguía darle, el shinobi saldría volando unos cuantos metros, lo cual le daría tiempo a Hana a rasgar una tira de la parte baja de su camiseta para poder atarsela sobre la herida. Sería entonces cuando se diese cuenta de lo fea que era esa herida, la espada de Reiji había atravesado su carne como si fuese gelatina y ahora sangraba cual cochinilla. Eso hizo que se parase un momento antes de atarse la tela y volver a centrar su atención en el combate. Ahora estaba muy jodida para intentar salir corriendo cuando Reiji se le intentase acercar, que había quedado claro que era su intención.
Tendría que tener cuidado y estar atenta a cualquier movimiento del herrero, ya que si se despistaba podría perder la otra pierna.
Eso provocó que la espada de Reiji no fuese tan certera como para perforar la pierna de Hana, aún dejandole un corte bastante feo. Hasta entonces, la genin había estado con los ojos cerrados y las orejas tapadas, lo cual la había salvado de la bomba sonora pero no del corte.
El dolor la hizo reaccionar de inmediato, girandose al espadachin ahora aturdido. Por inercia, tras dos semanas sin hacer nada más que practicar aquella técnica y al verle a tan corta distancia, empezó a acumular chakra en la palma de su diestra. Tras una breve demora, una esfera de color muy caracteristico apareció en su mano derecha, que ya se disponía a estampar dicha esfera en el pecho de Reiji.
Si conseguía darle, el shinobi saldría volando unos cuantos metros, lo cual le daría tiempo a Hana a rasgar una tira de la parte baja de su camiseta para poder atarsela sobre la herida. Sería entonces cuando se diese cuenta de lo fea que era esa herida, la espada de Reiji había atravesado su carne como si fuese gelatina y ahora sangraba cual cochinilla. Eso hizo que se parase un momento antes de atarse la tela y volver a centrar su atención en el combate. Ahora estaba muy jodida para intentar salir corriendo cuando Reiji se le intentase acercar, que había quedado claro que era su intención.
Tendría que tener cuidado y estar atenta a cualquier movimiento del herrero, ya que si se despistaba podría perder la otra pierna.