6/05/2020, 11:55
Por la expresión del chico supo que no había hablado de la mejor forma posible. Se encogió sobre sí misma y desvió la mirada mientras el Uchiha contestaba a sus preguntas.
—En teoría nadie sabe que vengo de allí. Aparte de vosotros solo lo sabe Hanabi, cualquier Jōnin que haya leído mi expediente, Akame…
Tan solo la mención de su nombre hizo que su sangre comenzase a hervir. Al final, tras haber sido alguien que ni la iba ni venía, se había convertido en alguien al que había terminado por odiar. Odiaba también el hecho de que se le escapara de las manos aun sin haberlo visto. Gruñó, no quería saber nada de Uchiha Akame.
— Akame es un exiliado y... em... yo hablé con él en Los Herreros, se me había olvidado comentaroslo.
Eri levantó su rostro de golpe, mirando a Hana con preocupación.
—¿Hablaste con él? —preguntó, incorporándose de la cama a pesar del dolor—. ¿Cuándo? ¿Qué te dijo? ... ¿Por qué no me lo dijiste? —ella le había confiado su misión, le había hablado de lo mal que lo había pasado y... Y ella le había omitido esa información.
De pronto, se sintió dolida, pero no de forma física. Su pupila había optado por no contarle nada a cerca de aquello, y eso, en su pecho, la oprimía.
—En teoría nadie sabe que vengo de allí. Aparte de vosotros solo lo sabe Hanabi, cualquier Jōnin que haya leído mi expediente, Akame…
Tan solo la mención de su nombre hizo que su sangre comenzase a hervir. Al final, tras haber sido alguien que ni la iba ni venía, se había convertido en alguien al que había terminado por odiar. Odiaba también el hecho de que se le escapara de las manos aun sin haberlo visto. Gruñó, no quería saber nada de Uchiha Akame.
— Akame es un exiliado y... em... yo hablé con él en Los Herreros, se me había olvidado comentaroslo.
Eri levantó su rostro de golpe, mirando a Hana con preocupación.
—¿Hablaste con él? —preguntó, incorporándose de la cama a pesar del dolor—. ¿Cuándo? ¿Qué te dijo? ... ¿Por qué no me lo dijiste? —ella le había confiado su misión, le había hablado de lo mal que lo había pasado y... Y ella le había omitido esa información.
De pronto, se sintió dolida, pero no de forma física. Su pupila había optado por no contarle nada a cerca de aquello, y eso, en su pecho, la oprimía.