6/05/2020, 14:14
Reiji le devolvió la mirada y una sonrisa. No parecía una sonrisa macabra, de hecho, parecía bastante sincera. Tal vez Hana empezase a imaginarse cosas, o tal vez el espadachín estuviese disfrutando de su combate. Entendía un poco la sensación.
Con lo bien que lo estaba haciendo, rendirse ahora era bastante anticlimatico. Pero ¿valía la pena seguir combatiendo? Estaba realmente exhausta. Si se levantaba para seguir pelenado, ¿iba a hacer algo más que tragar ataques de Reiji? Aunque él también estaba tocado. Tal vez sí podría esquivarle el tiempo suficiente hasta estar en condiciones de contraatacar.
—¡En pie, aún no hemos terminado!
Para cuando lo dijo, Hana ya se estaba levantando. Seguir combatiendo o rendirse, ambas cosas las iba a hacer de pie. Entonces vio que Reiji ya venía a por ella y no le dio tiempo a organizar sus pensamientos, simplemente actuó. Y actuar significaba alejarse de la amenaza tan rápido como fuese posible.
En la espada de Reiji empezaron a acumularse rayos y truenos, lo cual solo apremió más a la rubia a alejarse de él. De repente, el herrero liberó la energia contenida en su espada en un corte que se dirigía a Hana, la cual al verlo, saltó hacia atrás de inmediato. Por suerte para ella, la técnica se deshizo antes de llegar hasta ella.
Ahora a seis metros de Reiji, decidió que necesitaba tiempo, tiempo en el que él no fuese capaz de cercenarle ninguna extremidad más. Sacó otra bomba de su portaobjetos y la tiró entre medias de ambos. Un denso humo ocuparía el espacio que los separaba creando un vacio en la visión de ambos.
Con lo bien que lo estaba haciendo, rendirse ahora era bastante anticlimatico. Pero ¿valía la pena seguir combatiendo? Estaba realmente exhausta. Si se levantaba para seguir pelenado, ¿iba a hacer algo más que tragar ataques de Reiji? Aunque él también estaba tocado. Tal vez sí podría esquivarle el tiempo suficiente hasta estar en condiciones de contraatacar.
—¡En pie, aún no hemos terminado!
Para cuando lo dijo, Hana ya se estaba levantando. Seguir combatiendo o rendirse, ambas cosas las iba a hacer de pie. Entonces vio que Reiji ya venía a por ella y no le dio tiempo a organizar sus pensamientos, simplemente actuó. Y actuar significaba alejarse de la amenaza tan rápido como fuese posible.
En la espada de Reiji empezaron a acumularse rayos y truenos, lo cual solo apremió más a la rubia a alejarse de él. De repente, el herrero liberó la energia contenida en su espada en un corte que se dirigía a Hana, la cual al verlo, saltó hacia atrás de inmediato. Por suerte para ella, la técnica se deshizo antes de llegar hasta ella.
Ahora a seis metros de Reiji, decidió que necesitaba tiempo, tiempo en el que él no fuese capaz de cercenarle ninguna extremidad más. Sacó otra bomba de su portaobjetos y la tiró entre medias de ambos. Un denso humo ocuparía el espacio que los separaba creando un vacio en la visión de ambos.