6/05/2020, 20:56
— Veo a una chica preciosa, indecisa pero convencida, algo infantil pero más madura que yo y que es capaz de superar una crisis sin problema. Además de que sabe vendar tobillos mucho mejor de lo que yo sabré nunca. Y algún día, esa chica será la mejor samurai de Onindo. — acabó dedicandole una sonrisa sincera y acariciando con sus dedos la mano de Ren. Los ojos de Ren comenzaron a humedecerse, como si no hubiera llorado y sentido un carrusel de emociones suficiente durante todo el día. Desde luego con tanto lloro, aquella noche iba a dormir a pierna suelta.
— Gracias... — dijo La abrazándola entonces con lentitud, hundiendo la cabeza en su hombro y moviéndola lentamente hacia los lados. El olor de Hana, le recordaba a un dulce y suave melocotón, como un rosado postre. Tal vez por eso le gustaba tanto el rosa. Tras ello, se separo con una sonrisa todavía algo nerviosa por un incomodo rugido del estómago de la amejin junto a una risa tonta al final. — C-Comamos ya de una vez. Jajaja
Se acercó hasta la mesa; no era muy grande y era baja, por lo que se sentó en uno de los cojines. No empezaría sin su hermana.
— Gracias... — dijo La abrazándola entonces con lentitud, hundiendo la cabeza en su hombro y moviéndola lentamente hacia los lados. El olor de Hana, le recordaba a un dulce y suave melocotón, como un rosado postre. Tal vez por eso le gustaba tanto el rosa. Tras ello, se separo con una sonrisa todavía algo nerviosa por un incomodo rugido del estómago de la amejin junto a una risa tonta al final. — C-Comamos ya de una vez. Jajaja
Se acercó hasta la mesa; no era muy grande y era baja, por lo que se sentó en uno de los cojines. No empezaría sin su hermana.