6/05/2020, 23:08
Acepto el bol con sus manos, antes de que Hana lo dejara sobre la mesa; lo sostuvo con cuidado con ambas manos, abrazando la calidez natural que desprendía aquel recipiente y luego acercarlo hasta sus propios labios, queriendo embriagarse de su aroma. Olía suavemente a especias, pero era incapaz de saber cuales, no tenía tanta práctica en la cocina. Dio un sorbo y el calor inundó su cuerpo como el agua caliente había hecho minutos atrás.
— Oh, estoy deseando saber que sera — dijo con una sonrisa tan cálida y delicada, que se salía de su línea habitual. Junto a las coletas y el cuidado que estaba teniendo ahora, parecía que hubiera invertido los papeles con Hana. Estaba incluso sentada sobre sus propios pies, cada vez que volvía a acercar su tazón, lo hacía posando ambas manos bajo este, con una educación y modales fuera de lugar.
Para Hana eso sería algo la mar de extraño, se comportaba con elegancia y sutileza, más propios del señor o la princesa que debía proteger, que del la guardaespaldas torpe y tosca. Pero Ren siempre solía comportarse así con los mayores y sus superiores; tan solo lo había hecho inconscientemente.
— Oh, estoy deseando saber que sera — dijo con una sonrisa tan cálida y delicada, que se salía de su línea habitual. Junto a las coletas y el cuidado que estaba teniendo ahora, parecía que hubiera invertido los papeles con Hana. Estaba incluso sentada sobre sus propios pies, cada vez que volvía a acercar su tazón, lo hacía posando ambas manos bajo este, con una educación y modales fuera de lugar.
Para Hana eso sería algo la mar de extraño, se comportaba con elegancia y sutileza, más propios del señor o la princesa que debía proteger, que del la guardaespaldas torpe y tosca. Pero Ren siempre solía comportarse así con los mayores y sus superiores; tan solo lo había hecho inconscientemente.