26/05/2020, 12:57
— Hai hai. Como la princesa de la Espiral ordene — respondió asintiendo con ternura, al ver que solo se trataba de una pequeña nube de pena. Termino de quitarle el envoltorio al pequeño bollo, y lo dividió en varios trozos sobre la bandeja; se veía bastante esponjoso y desprendía un agradable olor.
—Dejaremos el paseo por los Dojos para otra ocasión; y seguiré viniendo hasta que te recuperes. — le ofreció un trozo, con un suave y amelocotonado rubor en las mejillas.
—Dejaremos el paseo por los Dojos para otra ocasión; y seguiré viniendo hasta que te recuperes. — le ofreció un trozo, con un suave y amelocotonado rubor en las mejillas.