31/05/2020, 17:50
—Bueno, más preparado entrecomillas —Eri lo miró sin comprender, frunciendo el ceño—. Él también sabe de mis habilidades, y lo cierto es que nunca le he logrado vencer en un combate.
—Vaya, nunca lo hubiera imaginado —dijo, sincera—. Antes de la segunda ronda tuve un combate de entrenamiento con él y no es moco de pavo, todavía me duele —se encogió, rememorando el dolor—. ¿Quién sabe? A lo mejor esta vez te toca alzarte victorioso.
— ¿Quien es Daruu?
Se dio en la frente. Era cierto: nunca le habían hablado a Hana de Daruu, al menos que ella recordase.
—Es un jōnin de Amegakure y el aspirante a campeón junto a Datsue. Le conocí hace un tiempo, participó en el examen de Chūnin en Uzushiogakure... La verdad es que puedo afirmar que es un amigo, un amigo de la Tormenta, como Ayame —no se le daban bien las explicaciones, así que terminó por rascarse de nuevo, esta vez, en cambio, fue la nuca.
Y llegó el momento: Datsue le preguntó sobre su combate contra Ayame. Un combate que, al parecer, no se había visto del todo, y solo lo habían vivido ellas dos y aquellos que las atendieron después.
—Nada más comenzar llenó el estadio de niebla, ¡de niebla! Desde fuera no se vio nada —rió—. Y comenzó a volar, con alas de agua, me parecía impresionante, pero no fui capaz de alcanzarla hasta el final, y luego me taladró con su agua... No me dio cuartelillo —dijo, bromeando—. Supongo que, si me hubiera acercado, quizá hubiese tenido alguna oportunidad, pero no pasa nada, ¡a la próxima!
—Vaya, nunca lo hubiera imaginado —dijo, sincera—. Antes de la segunda ronda tuve un combate de entrenamiento con él y no es moco de pavo, todavía me duele —se encogió, rememorando el dolor—. ¿Quién sabe? A lo mejor esta vez te toca alzarte victorioso.
— ¿Quien es Daruu?
Se dio en la frente. Era cierto: nunca le habían hablado a Hana de Daruu, al menos que ella recordase.
—Es un jōnin de Amegakure y el aspirante a campeón junto a Datsue. Le conocí hace un tiempo, participó en el examen de Chūnin en Uzushiogakure... La verdad es que puedo afirmar que es un amigo, un amigo de la Tormenta, como Ayame —no se le daban bien las explicaciones, así que terminó por rascarse de nuevo, esta vez, en cambio, fue la nuca.
Y llegó el momento: Datsue le preguntó sobre su combate contra Ayame. Un combate que, al parecer, no se había visto del todo, y solo lo habían vivido ellas dos y aquellos que las atendieron después.
—Nada más comenzar llenó el estadio de niebla, ¡de niebla! Desde fuera no se vio nada —rió—. Y comenzó a volar, con alas de agua, me parecía impresionante, pero no fui capaz de alcanzarla hasta el final, y luego me taladró con su agua... No me dio cuartelillo —dijo, bromeando—. Supongo que, si me hubiera acercado, quizá hubiese tenido alguna oportunidad, pero no pasa nada, ¡a la próxima!