2/06/2020, 12:12
(Última modificación: 6/06/2020, 11:05 por Himura Ren. Editado 1 vez en total.)
El primer combate había sido un desastre; no hizo absolutamente nada bien. No mostró respeto hacia las gradas, ni los señores feudales ni siquiera a los líderes de las villas; tampoco hizo un gesto honra hacía a su adversario, en su lugar le soltó un puñetazo directo a la cara. Su segundo combate no se había producido, le dijeron que pasaba de ronda y poco más. Desde luego, había sido todo un show su trayectoria por ahora en los dojos.
Caminó ensimismada, para variar, observando al samurai que volvía a guiarla por los pasillos y caminó avergonzada hacia el tatami. Compartió mirada con su adversario, y esta vez; mostró cortesía ante los señores, los kages y un hirviente público que la hizo sorprenderse ligeramente. Ellos no eran ni por asomo el primer plato de aquel día, pero hasta con ese combate, la gente vociferaba hasta los cielos de la emoción.
«Otro del Remolino; ni que mi vida estuviera ligada a aquella aldea» pensó reconociendo que los primeros ninjas que había conocido al salir, eran de aquella aldea. Aunque dado que hizo un viaje bastante cerca, eso era más que probable.
Respondió casi en sincronía al Sello de Confrontación; y cuando este dio un salto hacia atrás, respondió llevándose la mano al mango de la espada de hierro. Sin perder un segundo, ahora un tercer e inesperado invitado, por lo menos para Ren, los separaba.
«Mierda ¿A distancia? Esto no va a ser sencillo» desenfundó con lentitud la Wakizashi para sostenerla con ambas manos, adelantando una pierna y cruzando la espada frente a ella en pose defensiva, pensando profundamente en como abordar aquel problema.
Caminó ensimismada, para variar, observando al samurai que volvía a guiarla por los pasillos y caminó avergonzada hacia el tatami. Compartió mirada con su adversario, y esta vez; mostró cortesía ante los señores, los kages y un hirviente público que la hizo sorprenderse ligeramente. Ellos no eran ni por asomo el primer plato de aquel día, pero hasta con ese combate, la gente vociferaba hasta los cielos de la emoción.
«Otro del Remolino; ni que mi vida estuviera ligada a aquella aldea» pensó reconociendo que los primeros ninjas que había conocido al salir, eran de aquella aldea. Aunque dado que hizo un viaje bastante cerca, eso era más que probable.
Respondió casi en sincronía al Sello de Confrontación; y cuando este dio un salto hacia atrás, respondió llevándose la mano al mango de la espada de hierro. Sin perder un segundo, ahora un tercer e inesperado invitado, por lo menos para Ren, los separaba.
«Mierda ¿A distancia? Esto no va a ser sencillo» desenfundó con lentitud la Wakizashi para sostenerla con ambas manos, adelantando una pierna y cruzando la espada frente a ella en pose defensiva, pensando profundamente en como abordar aquel problema.