3/06/2020, 14:38
(Última modificación: 6/06/2020, 11:05 por Himura Ren. Editado 2 veces en total.)
Podría parar una de aquellas cuchillas con la espada, pero la otra la dañaría irremediablemente.
«¡Tsk! ¡Este trasto más rápido de lo que me esperaba!» gruñó al recibir el corte. Mantener las distancias era demasiado peligroso, pero si intentaba acercarse a él aquel cacharro se pondría en medio una y otra vez sin cesar; larga y media distancia era descartada, y no podía forzar un combate cuerpo a cuerpo. ¿O sí? Unos destellos azulados parecían escapar de la parte posterior de la marioneta y se perdían en la lejanía.
Aquello debía ser como estaba moviendo aquel objeto; para Ren era la primera vez que veía y a su vez combatía contra un marionetista. Sabia lo más básico de la academia; controlan aquellos cacharros y son realmente peligrosos.
Dejó caer su espada, para ahora que estaba tan cerca, aferrarse a aquel trasto pasando un brazo por detrás de la nuca, no era muy pesada, de hecho seguramente estaba hueca salvo por los artilugios que escondiera; por lo que no tuvo ni que hacerle una zancadilla para acabar tirándola al suelo con una llave; haciendo que la marioneta cayera sobre su propia cabeza.
«¡Tsk! ¡Este trasto más rápido de lo que me esperaba!» gruñó al recibir el corte. Mantener las distancias era demasiado peligroso, pero si intentaba acercarse a él aquel cacharro se pondría en medio una y otra vez sin cesar; larga y media distancia era descartada, y no podía forzar un combate cuerpo a cuerpo. ¿O sí? Unos destellos azulados parecían escapar de la parte posterior de la marioneta y se perdían en la lejanía.
Aquello debía ser como estaba moviendo aquel objeto; para Ren era la primera vez que veía y a su vez combatía contra un marionetista. Sabia lo más básico de la academia; controlan aquellos cacharros y son realmente peligrosos.
Dejó caer su espada, para ahora que estaba tan cerca, aferrarse a aquel trasto pasando un brazo por detrás de la nuca, no era muy pesada, de hecho seguramente estaba hueca salvo por los artilugios que escondiera; por lo que no tuvo ni que hacerle una zancadilla para acabar tirándola al suelo con una llave; haciendo que la marioneta cayera sobre su propia cabeza.