4/06/2020, 00:59
Hana no tardó en percatarse de que había una presencia de más en aquel bosque. Una presencia destructora de vasijas por lo visto. ¿Cómo demonios estaba oyendo cerámica rompiéndose en un bosque? Fue rotando hasta que encontró algo que no fueran troncos, algo que maldecía en voz alta.
—¡Joder! Otra vez igual siempre se me escapa esa.
Hubiera puesto la mano del fuego a que era una voz conocida, pero no recordaba ni donde la había oído, ni cuando, ni quien era su dueño, nada. Podría ser el mismisimo Hanabi o un civil cualquiera que se ponía a chillar en pleno mercado sobre el precio del bacalao en esa epoca del año, tal era el desconocimiento de Hana sobre la voz de su kage.
Desde la posición en la que estaba, solo le veía la espalda, y apenas porque no estaba precisamente cerca. ¿Era un shinobi o una kunoichi? Ni eso era capaz de distinguir la pobre genin. Su cabellera era negra y le llegaba hasta los hombros, aunque el pelo tampoco le daba mucha información. Había chicas que lo llevaban corto como Eri o Ren.
Con cada cosa que pensaba la solución más obvia se iba abriendo paso entre los planes de Hana. Debería acercarse a mirar. Si la voz hubiese sido totalmente desconocida para ella, se hubiese marchado o simplemente hubiese vuelto a lo suyo, pero era precisamente esa infima onza de conocimiento que la obligaba a averiguar quien era y por qué le sonaba su voz.
Bajó del tronco como había subido y se acercó sigilosamente por detrás para poder observar más de cerca antes de interrumpirle o interrumpirla.
—¡Joder! Otra vez igual siempre se me escapa esa.
Hubiera puesto la mano del fuego a que era una voz conocida, pero no recordaba ni donde la había oído, ni cuando, ni quien era su dueño, nada. Podría ser el mismisimo Hanabi o un civil cualquiera que se ponía a chillar en pleno mercado sobre el precio del bacalao en esa epoca del año, tal era el desconocimiento de Hana sobre la voz de su kage.
Desde la posición en la que estaba, solo le veía la espalda, y apenas porque no estaba precisamente cerca. ¿Era un shinobi o una kunoichi? Ni eso era capaz de distinguir la pobre genin. Su cabellera era negra y le llegaba hasta los hombros, aunque el pelo tampoco le daba mucha información. Había chicas que lo llevaban corto como Eri o Ren.
Con cada cosa que pensaba la solución más obvia se iba abriendo paso entre los planes de Hana. Debería acercarse a mirar. Si la voz hubiese sido totalmente desconocida para ella, se hubiese marchado o simplemente hubiese vuelto a lo suyo, pero era precisamente esa infima onza de conocimiento que la obligaba a averiguar quien era y por qué le sonaba su voz.
Bajó del tronco como había subido y se acercó sigilosamente por detrás para poder observar más de cerca antes de interrumpirle o interrumpirla.