6/06/2020, 11:30
(Última modificación: 6/06/2020, 11:32 por Himura Ren. Editado 1 vez en total.)
Movió con suavidad sus piernas mientras como quien intentaba quitarse algo de la suela de los zapatos así como dar un par de pasos mientras, su rival preparaba su siguiente ataque. Tal vez pudiera moverse un poco; si conseguía forzar un cuerpo a cuerpo, para ella sería más que suficiente.
—¿Pero qué? ¿También puede hacer ESO? ¡ME ESTÁS VACILANDO! — protestó viendo como había hecho que dos kunais se elevasen en el aire con la misma facilidad que movía la marioneta.
No dejaba de ponerle más y más trabas, cuando por fin había conseguido deshacerse de aquel trasto volador; ahora más cuchillas amenazaban a la kunoichi. Su movilidad empezaba a verse cada vez más y más mermada y seguramente aquellos dos instrumentos pensaban volver a hacer lo mismo; y ella todavía ni siquiera le había llegado a tocar. Pero puestos a recibir daño ¿Hasta dónde estaba su límite?
Las armas volaron directa hacia ella y ella decidió no quedarse más tiempo quieta; emprendió la carrera hacia él; en mitad del trayecto, las armas volvieron a hacer un extraño giro replicando lo que anteriormente había intentado. Consiguió detener uno girando el bokken, y quedando este clavado en él, pero el otro le produjo un fuerte corte en un brazo, cuando consiguió recortar la distancia suficiente; giró suavemente sobre si misma, para propinarle una patada directa al pecho.
—¿Pero qué? ¿También puede hacer ESO? ¡ME ESTÁS VACILANDO! — protestó viendo como había hecho que dos kunais se elevasen en el aire con la misma facilidad que movía la marioneta.
No dejaba de ponerle más y más trabas, cuando por fin había conseguido deshacerse de aquel trasto volador; ahora más cuchillas amenazaban a la kunoichi. Su movilidad empezaba a verse cada vez más y más mermada y seguramente aquellos dos instrumentos pensaban volver a hacer lo mismo; y ella todavía ni siquiera le había llegado a tocar. Pero puestos a recibir daño ¿Hasta dónde estaba su límite?
Las armas volaron directa hacia ella y ella decidió no quedarse más tiempo quieta; emprendió la carrera hacia él; en mitad del trayecto, las armas volvieron a hacer un extraño giro replicando lo que anteriormente había intentado. Consiguió detener uno girando el bokken, y quedando este clavado en él, pero el otro le produjo un fuerte corte en un brazo, cuando consiguió recortar la distancia suficiente; giró suavemente sobre si misma, para propinarle una patada directa al pecho.