12/06/2020, 13:44
Su mirada se perdía más de una vez; alzaba la cabeza hasta que los torii terminaban de cruzar por encima de ella, se acercaba a observar las diversas estatuas que había cercanas, la mayoría con aspecto de leones o figuras mitológicas. Cuando finalmente se estaba acercando al templo, una voz cerca de ella en el camino la llamo, buscó con la mirada para observar a un joven a ras de suelo, con un cuaderno entre sus manos.
— Oh, pero si eres el chico del combate — dijo acercándose hasta él. — Te llamabas... ¿Takumi? Perdona soy un poco despistada — añadió con una tonta risa, acariciándose la nuca avergonzada por su general torpeza.
— Oh, pero si eres el chico del combate — dijo acercándose hasta él. — Te llamabas... ¿Takumi? Perdona soy un poco despistada — añadió con una tonta risa, acariciándose la nuca avergonzada por su general torpeza.