14/06/2020, 22:15
— No sé... Dudo que hubiera podido ganar aún así... Pero bueno; no todo fue en vano ¿no? Creo que algo también habré avanzado con todo esos entrenamientos. O más bien eso espero
Habiendo acabado de comer, Hana cerró el bento y lo dejó a un lado, centrando toda su atención en su hermana.
— Yo creo que el entrenamiento dio resultado, aunque hayas perdido, te veo bastante más fuerte que yo, es decir, mira este brazo. — alargó el brazo para agarrar el antebrazo de Ren y apretarlo ligeramente. — Estás fuerte, no como yo que soy gelatina. Esto es...
Apretó de nuevo. Era como apretar una roca para Hana. Sabía que era fuerte, pero aquello se pasaba de castaño oscuro. Realmente Ren tenía una fuerza física que incluso Hana, que sabía de su potencia, la había subestimado. Se quedó embelesada, repasó con la mirada todo el brazo de Ren, mientras pasaba su mano por él, tanteandolo. No, no había sentido mal, los músculos de Ren eran algo fuera de lo normal.
— Dios, Ren... — se dio cuenta del rato que llevaba un buen rato así. — Quiero decir, e-estás fuerte.
Apartó la mano y la mirada, avergonzada. ¿Qué le había pasado? No había sido solo la sorpresa, había algo más detrás de ese tanteo. ¿Cuanto desconocía del cuerpo de Ren? Se llevó la mano a su brazo, y sí, seguía tan endeble como siempre.
Habiendo acabado de comer, Hana cerró el bento y lo dejó a un lado, centrando toda su atención en su hermana.
— Yo creo que el entrenamiento dio resultado, aunque hayas perdido, te veo bastante más fuerte que yo, es decir, mira este brazo. — alargó el brazo para agarrar el antebrazo de Ren y apretarlo ligeramente. — Estás fuerte, no como yo que soy gelatina. Esto es...
Apretó de nuevo. Era como apretar una roca para Hana. Sabía que era fuerte, pero aquello se pasaba de castaño oscuro. Realmente Ren tenía una fuerza física que incluso Hana, que sabía de su potencia, la había subestimado. Se quedó embelesada, repasó con la mirada todo el brazo de Ren, mientras pasaba su mano por él, tanteandolo. No, no había sentido mal, los músculos de Ren eran algo fuera de lo normal.
— Dios, Ren... — se dio cuenta del rato que llevaba un buen rato así. — Quiero decir, e-estás fuerte.
Apartó la mano y la mirada, avergonzada. ¿Qué le había pasado? No había sido solo la sorpresa, había algo más detrás de ese tanteo. ¿Cuanto desconocía del cuerpo de Ren? Se llevó la mano a su brazo, y sí, seguía tan endeble como siempre.