14/06/2020, 23:43
—Shiroe —respondió Daruu, con una tenue sonrisa, y Ayame no pudo evitar soltar una risilla por lo bajo, que enseguida intentó disimular tapándose la boca—. No fueron muy originales con mi nombre. Al menos con el mío sí —se rio él—. Me pregunto de dónde lo sacarían —añadió, acariciándose la barbilla con gesto pensativo—. ¿El tuyo viene de lirio, verdad? ¿Pero en qué se inspiraron tus padres... bueno, tu... padre? Nunca me lo has contado.
Ayame sonrió, y en sus labios se dibujó la ternura y la pena al mismo tiempo. Daruu se sentía apurado al preguntar una cosa así, se notaba en la velocidad que había cogido al pronunciar las últimas preguntas.
—Sí, viene de los lirios —asintió—. Por lo que me ha contado mi padre, fue mi madre quien me lo puso, momentos antes de... —La voz se le quebró momentáneamente, y Ayame carraspeó un poco para aclararse la garganta—. No sé mucho de ella, pero, al parecer, eran sus flores favoritas... —culminó, con una sonrisa inundada de infinita tristeza.
Ayame sonrió, y en sus labios se dibujó la ternura y la pena al mismo tiempo. Daruu se sentía apurado al preguntar una cosa así, se notaba en la velocidad que había cogido al pronunciar las últimas preguntas.
—Sí, viene de los lirios —asintió—. Por lo que me ha contado mi padre, fue mi madre quien me lo puso, momentos antes de... —La voz se le quebró momentáneamente, y Ayame carraspeó un poco para aclararse la garganta—. No sé mucho de ella, pero, al parecer, eran sus flores favoritas... —culminó, con una sonrisa inundada de infinita tristeza.