15/06/2020, 17:49
Las palabras de Hana no dejaban de ablandar el tonto corazón de la morena una tras otra. Ella tenía a Nanashi que era como su padre adoptivo y Oda que era una especie de tio-abuelo, pero había ciertas inquietudes que no quería compartia con ellos, no porque no confiara, si no que simplemente, no eran las personas indicadas; sin embargo, Hana si que lo era para ella.
Era esa parte que inconscientemente deseaba tener, las risas y experiencias que compartía con ella, se sentían de forma distinta; mucho más cercanas. Cuando esta pronunció que todo aquello que deseaba, lo había conseguido ahora que la tenía a ella; esbozó la sonrisa más dulce y cálida que jamas había hecho en su vida, desde lo más profundo de su corazón.
— Reeeen... — pero Ren no era consciente de lo que estaba sucediendo, simplemente se limitó a extender también los brazos junto a ella, pensando que quería otra caricia como las de aquella mañana; pero si el suelo cedía, caería junto a ella en un intento de evitar que se precipitara.
Era esa parte que inconscientemente deseaba tener, las risas y experiencias que compartía con ella, se sentían de forma distinta; mucho más cercanas. Cuando esta pronunció que todo aquello que deseaba, lo había conseguido ahora que la tenía a ella; esbozó la sonrisa más dulce y cálida que jamas había hecho en su vida, desde lo más profundo de su corazón.
— Reeeen... — pero Ren no era consciente de lo que estaba sucediendo, simplemente se limitó a extender también los brazos junto a ella, pensando que quería otra caricia como las de aquella mañana; pero si el suelo cedía, caería junto a ella en un intento de evitar que se precipitara.