17/06/2020, 13:43
— H-H-Hana, pero e-esto no está bien... Q-Quiero decir... S-Si somos hermanas no podemos...
Escuchó perfectamente las palabras de su hermana, entendió a lo que se refería y no le importó nada en absoluto. Por primera vez, fue ella la que ignoró a Ren y no al revés. Imitando el movimiento que había hecho su hermana previamente a su primera beso, subió ambas manos, recorriendo ambos costados del cuerpo de Ren hasta llegar a sus mejillas. La volvió a mirar a los ojos. Estaba demasiado ensimismada en volver a sentirla, en volver a besarla. No podía pensar en nada más.
Cuando aseguró que Ren no podría mover la cara, asegurando sus mejillas, acercó sus labios de nuevo. Por mucho que lo necesitara, no fue rápida, fue extremedamente lenta, acercandose poco a poco, cerrando los ojos poco a poco hasta que sus labios estaban a unos miseros milimetros, tan cerca que se hacían cosquillas por los movimientos involuntarios.
Finalmente, Hana cerró la distancia, esta vez ella sería la que pasase los brazos por detrás del cuello de la amejin, prácticamente colgandose de ella porque tenía que estar de puntillas para alcanzarla.
Cuando volvieron a separarse, fue su turno de decir algo.
— Ren.. Lo... lo siento. Me he dejado llevar. Si no... si no quieres... yo... — por mucho que se disculpase, era incapaz de soltarse de ella, incapaz de separarse.
Pero si Ren quería, tendría que hacerlo, no podía seguir presionandola para estrechar más su relación si ella no estaba de acuerdo. Tendría que parar por mucho que le doliese.
Escuchó perfectamente las palabras de su hermana, entendió a lo que se refería y no le importó nada en absoluto. Por primera vez, fue ella la que ignoró a Ren y no al revés. Imitando el movimiento que había hecho su hermana previamente a su primera beso, subió ambas manos, recorriendo ambos costados del cuerpo de Ren hasta llegar a sus mejillas. La volvió a mirar a los ojos. Estaba demasiado ensimismada en volver a sentirla, en volver a besarla. No podía pensar en nada más.
Cuando aseguró que Ren no podría mover la cara, asegurando sus mejillas, acercó sus labios de nuevo. Por mucho que lo necesitara, no fue rápida, fue extremedamente lenta, acercandose poco a poco, cerrando los ojos poco a poco hasta que sus labios estaban a unos miseros milimetros, tan cerca que se hacían cosquillas por los movimientos involuntarios.
Finalmente, Hana cerró la distancia, esta vez ella sería la que pasase los brazos por detrás del cuello de la amejin, prácticamente colgandose de ella porque tenía que estar de puntillas para alcanzarla.
Cuando volvieron a separarse, fue su turno de decir algo.
— Ren.. Lo... lo siento. Me he dejado llevar. Si no... si no quieres... yo... — por mucho que se disculpase, era incapaz de soltarse de ella, incapaz de separarse.
Pero si Ren quería, tendría que hacerlo, no podía seguir presionandola para estrechar más su relación si ella no estaba de acuerdo. Tendría que parar por mucho que le doliese.