19/06/2020, 16:21
Sintió una mano en el hombro y botó hacia atrás, pegando la espalda al arbol que tenía detrás, pero para cuando encaró a su atacante, ésta ya estaba en el suelo a causa del trozo de tronco que había salido despedido.
— ¿P-P-Pero que cojones ha sido eso? —
La enmascarada soltó una maldición mientras su culo besaba el suelo del bosque. Hana podría reconocer esa voz en cualquier parte. Sin embargo, la escena tenía que ser muy diferente para Ranko, quien rápidamente se posicionó al lado de la rubia, apuntando con una katana a la idiota de su hermana.
—¿¡Quién eres!?. ¿Por qué buscas a Hana-san?
Tal vez, en una ocasión en la que no hubiese espadas de por medio, hubiese dejado seguir teatralmente la escena. Pero viendo como Ren y Ranko chocaban espadas por ella con intenciones equivocadas era lo último que quería ver. Ni con intenciones no equivocadas, no, no, no.
Se lanzó a agarrar el brazo de Ranko, intentando detenerla.
— ¡No, Ranko-chan! ¡Es Ren! ¡Es mi hermana! — sabía perfectamente que no tenía fuerza suficiente para detenerla, pero no podía quedarse de brazos cruzados. — ¡Guardad las armas! ¡Las dos!
Le dedicó una mirada reprobatoria a Ren.
— ¿P-P-Pero que cojones ha sido eso? —
La enmascarada soltó una maldición mientras su culo besaba el suelo del bosque. Hana podría reconocer esa voz en cualquier parte. Sin embargo, la escena tenía que ser muy diferente para Ranko, quien rápidamente se posicionó al lado de la rubia, apuntando con una katana a la idiota de su hermana.
—¿¡Quién eres!?. ¿Por qué buscas a Hana-san?
Tal vez, en una ocasión en la que no hubiese espadas de por medio, hubiese dejado seguir teatralmente la escena. Pero viendo como Ren y Ranko chocaban espadas por ella con intenciones equivocadas era lo último que quería ver. Ni con intenciones no equivocadas, no, no, no.
Se lanzó a agarrar el brazo de Ranko, intentando detenerla.
— ¡No, Ranko-chan! ¡Es Ren! ¡Es mi hermana! — sabía perfectamente que no tenía fuerza suficiente para detenerla, pero no podía quedarse de brazos cruzados. — ¡Guardad las armas! ¡Las dos!
Le dedicó una mirada reprobatoria a Ren.