20/06/2020, 17:32
(Última modificación: 20/06/2020, 17:33 por Himura Ren.)
Sonrió suavemente a Ranko cuando volvió a disculparse, si seguían así jamas acabaría ese ciclo, por lo que mejor dejarlo estar.
— Oh, vaya, así que a ti también te dio un buen tajo. — acto seguido, la rubia mostró una cicatriz a lo largo de su pierna.
Ya no era uno, si no dos personas que conocía que se habían enfrentado a Reiji. Realmente parecía ser bastante habilidoso, ella apenas había podido tocar a Hana en su combate, salvo porque consiguió engañarla y poco más; y Ranko por su parte, tras ver como lanzaba un trozo de arbol con relativa facilidad por encima de su cabeza, estaba claro que era una adversaria temible. «Oh, es verdad. Tal vez fue Ranko con la que se enfrentó Takumi; la que dejó su marioneta reducida a astillas» Pero... ¿Y todo eso donde la colocaba a ella? A la que, teniendo en cuenta los abandonos, había quedado última, y no en sexto lugar.
—Me alegra q-q-que Hana-san haya logrado e-encontrar el camino a casa ese día en el bosque. ¿Q-qué ha sido de Hana-san de-desde entonces?
— Estoy bien, he estado bien, no he visto... nada más desde ese día en el bosque. — no sabía si Ranko había sacado a relucir eso como codigo para que Hana le dijese si le había estado persiguiendo el fantasma de Kiyoshi.
— Ren, te acuerdas lo que te conté de que había visto un fantasma. Pues fue en un bosque, con Ranko-chan y Daigo-san, y ella te puede confirmar que sí que existen y que sí que lo vimos. ¿A qué sí, Ranko-chan?
Y entonces volvió a aparecer aquel tema sobre fantasmas; la última vez estaba bastante oscuro y Ren muy sensible, pero bajo la luz del sol ella se sentía más confiada. Pese a que cuando la oscuridad bañaba la tierra, junto a la escasa luz de las estrellas y la luna, esta se volviera mucho más asustadiza y delicada.
— D-Deja ese tema ya — añadió con una risa nerviosa.
— Oh, vaya, así que a ti también te dio un buen tajo. — acto seguido, la rubia mostró una cicatriz a lo largo de su pierna.
Ya no era uno, si no dos personas que conocía que se habían enfrentado a Reiji. Realmente parecía ser bastante habilidoso, ella apenas había podido tocar a Hana en su combate, salvo porque consiguió engañarla y poco más; y Ranko por su parte, tras ver como lanzaba un trozo de arbol con relativa facilidad por encima de su cabeza, estaba claro que era una adversaria temible. «Oh, es verdad. Tal vez fue Ranko con la que se enfrentó Takumi; la que dejó su marioneta reducida a astillas» Pero... ¿Y todo eso donde la colocaba a ella? A la que, teniendo en cuenta los abandonos, había quedado última, y no en sexto lugar.
—Me alegra q-q-que Hana-san haya logrado e-encontrar el camino a casa ese día en el bosque. ¿Q-qué ha sido de Hana-san de-desde entonces?
— Estoy bien, he estado bien, no he visto... nada más desde ese día en el bosque. — no sabía si Ranko había sacado a relucir eso como codigo para que Hana le dijese si le había estado persiguiendo el fantasma de Kiyoshi.
— Ren, te acuerdas lo que te conté de que había visto un fantasma. Pues fue en un bosque, con Ranko-chan y Daigo-san, y ella te puede confirmar que sí que existen y que sí que lo vimos. ¿A qué sí, Ranko-chan?
Y entonces volvió a aparecer aquel tema sobre fantasmas; la última vez estaba bastante oscuro y Ren muy sensible, pero bajo la luz del sol ella se sentía más confiada. Pese a que cuando la oscuridad bañaba la tierra, junto a la escasa luz de las estrellas y la luna, esta se volviera mucho más asustadiza y delicada.
— D-Deja ese tema ya — añadió con una risa nerviosa.