21/06/2020, 18:07
El dolor menguó en cuanto Hana le tomó del brazo. Mucho después, Ranko se daría cuenta de que era algo psicológico, claro. Ningún dolor físico desaparece con un toque.
La Kusajin la escuchó, casi sin querer, mientras alternaba su vista entre el tronco que acababa de golpear y el suplicante rostro de la Uzujin. Al final, sus ojos quedaron fijos en los de Hana. Una parte de Ranko estaba de acuerdo con la rubia. Tenía que descansar, si bien no su cuerpo, sí sus ánimos.
—N-no sé… Q-qué… ¿Qué tal que lo que… lo que necesito es más entrenamiento? ¡P-para reforzar mi cuerpo!
Aunque claro que un helado se antojaba, y Ranko era de por sí comelona, no se le podía sonsacar de una pelea con alimentos. Sin embargo, fue el último comentario lo que le hizo ceder. Algo brillaba en Hana que le cambió la actitud.
”Acaba de decir que ya no es una miedica… Además, creo que la seguridad de este lugar es suficientemente alta, pero… No podría dejarlas ir después de que ha dicho eso. ¿Dónde estaría mi espíritu de heroína si dejaba marchar a dos “inocentes e influenciables” chicas?”
Ranko suspiró mientras esbozaba una débil sonrisa.
—Es… Está bien. N-no quisiera que le pasara nada a Hana-san y a Ren-san. N-no sé si hay fantasmas por aquí...
Ranko relajó los hombros y le dedicó una última mirada al tronco que acababa de patear. Luego fue a por el resto de sus cosas y se las ajustó a la cadera de manera pausada. Pensó que en realidad sí se le antojaba algo de comer. ¿Había desayunado esa mañana? No recordaba. Tal vez algo frito le sentase bien.
—¿Es… Es Ren-san hábil con la espada? —curioseó Ranko mientras colocaba su wakizashi en su cinto.
La Kusajin la escuchó, casi sin querer, mientras alternaba su vista entre el tronco que acababa de golpear y el suplicante rostro de la Uzujin. Al final, sus ojos quedaron fijos en los de Hana. Una parte de Ranko estaba de acuerdo con la rubia. Tenía que descansar, si bien no su cuerpo, sí sus ánimos.
—N-no sé… Q-qué… ¿Qué tal que lo que… lo que necesito es más entrenamiento? ¡P-para reforzar mi cuerpo!
Aunque claro que un helado se antojaba, y Ranko era de por sí comelona, no se le podía sonsacar de una pelea con alimentos. Sin embargo, fue el último comentario lo que le hizo ceder. Algo brillaba en Hana que le cambió la actitud.
”Acaba de decir que ya no es una miedica… Además, creo que la seguridad de este lugar es suficientemente alta, pero… No podría dejarlas ir después de que ha dicho eso. ¿Dónde estaría mi espíritu de heroína si dejaba marchar a dos “inocentes e influenciables” chicas?”
Ranko suspiró mientras esbozaba una débil sonrisa.
—Es… Está bien. N-no quisiera que le pasara nada a Hana-san y a Ren-san. N-no sé si hay fantasmas por aquí...
Ranko relajó los hombros y le dedicó una última mirada al tronco que acababa de patear. Luego fue a por el resto de sus cosas y se las ajustó a la cadera de manera pausada. Pensó que en realidad sí se le antojaba algo de comer. ¿Había desayunado esa mañana? No recordaba. Tal vez algo frito le sentase bien.
—¿Es… Es Ren-san hábil con la espada? —curioseó Ranko mientras colocaba su wakizashi en su cinto.
Pensamientos (Plum) ✧ Diálogos (PaleVioletRed)