21/06/2020, 21:12
La puerta de la habitación se abrió sola y lo que vio tras ella, fue de lo más preocupante. Ni siquiera su propio cuarto estaba tan mal por varias semanas que se pasara sin ordenar. Hana era ordenada y detallista, jamas tendría el cuarto así; nada más dar un paso, algo crujió bajo sus pies, se trataba de una nota escrita. Se agazapó un momento para cogerla, y leerla con gran preocupación detenidamente. No pasó ni un segundo desde que leyó el final del manuscrito; dejó caer por error tanto aquel paquete como la nota para salir corriendo por todo el edificio.
— ¿¡Que le devuelva el qué!? ¡¿QUE COÑO SIGNIFICA ESO?! — no cesó su movimiento ni un instante, manteniendo una mano sobre las vainas de las espadas durante todo el camino. Tropezó en una ocasión, rodando suavemente, para seguir con su imparable marcha.
Su ceño estaba más que fruncido, y jadeaba con cada paso por el gran esfuerzo que estaba haciendo; hasta que por fin las inmediaciones del Bosque Sagrado estuvieran cerca, y ni con esas aminoraría su marcha aunque la salud le fuera en ello.
— ¿¡Que le devuelva el qué!? ¡¿QUE COÑO SIGNIFICA ESO?! — no cesó su movimiento ni un instante, manteniendo una mano sobre las vainas de las espadas durante todo el camino. Tropezó en una ocasión, rodando suavemente, para seguir con su imparable marcha.
Su ceño estaba más que fruncido, y jadeaba con cada paso por el gran esfuerzo que estaba haciendo; hasta que por fin las inmediaciones del Bosque Sagrado estuvieran cerca, y ni con esas aminoraría su marcha aunque la salud le fuera en ello.