21/06/2020, 22:24
Se maldijo entre dientes. A ella y su decisión de dejar a las dos tontas del culo aquellas hablar entre ellas. En vez de animarse, parecía que se iban poniendo la zancadilla. En cualquier momento se convertían ambas a monja con tal de dejarse a sí mismas a la altura del betún.
Hana pensaba, con cierto grado de seguridad, que ambas eran mejor que ella en combate. Lo de Ren había sido simplemente suerte, ella había estado fuera de sí durante todo su enfrentamiento. Y ella había usado Ninjutsu, que era su cosa, mientras que Ren no había usado su espada. Y Ranko... menos mal que no se había enfrentado a Ranko, estaba segura de que estaba al nivel de Reiji. Que él hubiese ganado al final... tal vez con un poco de suerte hubiese ganado ella.
Se puso tras ambas mientras hablaban, y al ver que no iban a ninguna parte, les puso a ambas una mano en la espalda para empujarlas suavemente. Les sonrió, intentando que dejasen de ser cabezas huecas.
— Solo hay un camino, chicas, hacia delante. Con un poco de entrenamiento y confianza, podréis ser las mejores espadachinas del mundo. O lo que queráis.
Lo soltó con tal de animarlas. Sin embargo, no creía que le faltase razón. Lo que les pasaba es que se estaban obcecando con que había gente mejor que ellas en el mundo, ¡pues claro! Si somos genin, por dios santo. Solo había que seguir hacia delante.
Hana pensaba, con cierto grado de seguridad, que ambas eran mejor que ella en combate. Lo de Ren había sido simplemente suerte, ella había estado fuera de sí durante todo su enfrentamiento. Y ella había usado Ninjutsu, que era su cosa, mientras que Ren no había usado su espada. Y Ranko... menos mal que no se había enfrentado a Ranko, estaba segura de que estaba al nivel de Reiji. Que él hubiese ganado al final... tal vez con un poco de suerte hubiese ganado ella.
Se puso tras ambas mientras hablaban, y al ver que no iban a ninguna parte, les puso a ambas una mano en la espalda para empujarlas suavemente. Les sonrió, intentando que dejasen de ser cabezas huecas.
— Solo hay un camino, chicas, hacia delante. Con un poco de entrenamiento y confianza, podréis ser las mejores espadachinas del mundo. O lo que queráis.
Lo soltó con tal de animarlas. Sin embargo, no creía que le faltase razón. Lo que les pasaba es que se estaban obcecando con que había gente mejor que ellas en el mundo, ¡pues claro! Si somos genin, por dios santo. Solo había que seguir hacia delante.