27/06/2020, 23:03
(Última modificación: 27/06/2020, 23:26 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
Un sueño, no. Más que eso. Un recuerdo que se repetía.
¡PAM! ¡PLAT!
Sangraba mi frente, respiraba agitado. ¿Mis manos eran así de pequeñas?
¡PAM! ¡PLAT!
—¡YA BASTA PADRE!
La puerta se abrió de golpe y papá corrió a abrazarme. Sentía calor, pero no era el ardor de los puñetazos del abuelo. Sentí el candor, de que alguien me protegía. No quería aceptarlo, pero me aferré al sentir por fin a alguien cerca.
—Esto no te incumbe, él eligió su camino.
Dudé, quería seguir a su lado. Pero si lo hacía, significaría que todo el esfuerzo hasta ese entonces sería en vano. Con esfuerzo, me aparté. En mi rabieta, volví a correr hasta ese jodido viejo.
—¡NIÑO IDIOTA!
Perdón por hacerte llorar papá. La gran mano se extendió de nuevo.
¡PAM! ¡PLAT!
Lo entendí. Mis puños nunca le iban a alcanzar, mis patadas nunca lo iban a alcanzar. Pero si algún día quería proteger a alguien, debía alcanzarlo. Y corrí de nuevo. La mano se extendió una vez más hacia a mí, pero esta vez eso era lo que quería. De mis fauces nadie escaparía.
—¡AHHHHHRG MOCOSO MALCRIADO!
Si mis brazos no podían más, si mis piernas no podían más. Serían entonces mis dientes, aunque mordiese la mano que me crió.
¡PAM! ¡PLAT!
Sangraba mi frente, respiraba agitado. ¿Mis manos eran así de pequeñas?
¡PAM! ¡PLAT!
—¡YA BASTA PADRE!
La puerta se abrió de golpe y papá corrió a abrazarme. Sentía calor, pero no era el ardor de los puñetazos del abuelo. Sentí el candor, de que alguien me protegía. No quería aceptarlo, pero me aferré al sentir por fin a alguien cerca.
—Esto no te incumbe, él eligió su camino.
Dudé, quería seguir a su lado. Pero si lo hacía, significaría que todo el esfuerzo hasta ese entonces sería en vano. Con esfuerzo, me aparté. En mi rabieta, volví a correr hasta ese jodido viejo.
—¡NIÑO IDIOTA!
Perdón por hacerte llorar papá. La gran mano se extendió de nuevo.
¡PAM! ¡PLAT!
Lo entendí. Mis puños nunca le iban a alcanzar, mis patadas nunca lo iban a alcanzar. Pero si algún día quería proteger a alguien, debía alcanzarlo. Y corrí de nuevo. La mano se extendió una vez más hacia a mí, pero esta vez eso era lo que quería. De mis fauces nadie escaparía.
—¡AHHHHHRG MOCOSO MALCRIADO!
Si mis brazos no podían más, si mis piernas no podían más. Serían entonces mis dientes, aunque mordiese la mano que me crió.
***
Pero ya no pudo seguir regodeándose en aquella visión. La realidad le esperaba de una forma no muy alentadora. La forma en la que su gran amigo se dirigió hacia él, pese a no ser la más explícita de todas dejó claro que estaban en problemas. "Aparentemente tienes aún un trabajo por delante, no es tu momento de descansar Lobo." No estaba ni de cerca en la mejor condición, pero algo en su interior le decía que debía estar listo. Buscó a su Otome y se le echó a la espalda; Todos los vellos de su cuerpo se erizaron al igual que su cabellera, más no por la emoción sino por aquel manto de electricidad plateada tan propio de él. De inmediato alcanzó al peliverde y se paro a su lado.
Ambos llegaron a un pasillo y lo primero que se toparon fue aun tipo con todo menos cara de amigos. Otro muchacho que no conocía de nada estaba pasmado sin moverse. "Tengo a Tsukiyama de mi lado, y pese a nuestro delicado estado tras los combate, tenemos una posibilidad de derrotarlo, pero necesitaré la mayor discreción posible para..."
—Yo lo haré —respondió el el kusajin, serio como pocas veces.
"..." Abrió la boca que su quijada casi podía caer hasta el piso. Su plan arruinado en un milisegundo, pero su objetivo aún no había cambiado. Daigo confiaba en él, y por esa confianza, el Lobo debía protegerlo así fuera de si mismo, y para ello...
—YOU MORON!— No iba a darle tiempo para responder. Una patada eléctrica impactaría de la nada al de Kusagakure, mandándolo al mundo de los sueños del que apenas hace poco acababa de salir. —Lo siento, pero este no es el lugar para que te mueras como un héroe — Diría mientras Daigo caía.
"Aún tienes un sueño. Tú algún día serás el Morikage que vuelva a encauzar a Kusagakure." Sus ojos estaban aún en el intruso, tratando de analizar que era lo que estaba ocurriendo tras la puerta del estadio.
—Oeh, musculitos. Si no te importa, me voy a llevar a este imbécil y a ese cuatro ojos — Dijo bastante calmado y confianzudo mientras apuntaba con su dedo índice a Takumi. —Imagino que estará bien que nos vayamos en paz mientras no querramos cruzar esa puerta, ¿verdad? — Sopló parte de su fleco.
Un Lobo no sólo debe ser fuerte, sino también sensato. Su compañero estaba débil, y no estaba dispuesto a confiar en un desconocido para ejecutar su plan. "Si tan sólo no te hubieses envalentonado, podríamos haberle arrancado la jodida cabeza. Pero no puedo arriesgar ahora su vidas en vano. Si no puedo proteger a un amigo, no podré aspirar a proteger a nadie más." Su convicción, seguía estando clara.
Estado de Rōga
PV
25/225
CK
152/245
-75
– -18
– Daños causados: 3o PV LTK potenciado contra Daigo
Accciones Ocultas: