Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#10
Recibido el mensaje, la Morikage terminó por desaparecer de su rango de visión. A aquel momento le siguieron varios largos y tensos segundos en los que la enmascarada se negaba a responder sus preguntas y Ayame resollaba, tratando de recuperar el aliento. Un estremecimiento la recorrió de arriba a abajo cuando sintió que la temperatura descendía de golpe, y Ayame levantó la cabeza con el corazón galopando en su pecho.

¡Her...! —fue a exclamar. Pero no era Kōri el que estaba allí.

Ayame se quedó pálida como la cera, temblando como un cervatillo asustado. Era como si sus gritos la hubiesen invocado hasta ella. Incluso antes de que se apartara la capucha de su rostro, ella ya la había reconocido. No podría haber olvidado jamás aquel rostro níveo, aquellos ojos negros como el ébano, aquellas marcas con forma de círculo bajo estos. Sus pesadillas se la mostraban, una y otra vez, obligándola a rememorar la traumática experiencia en el Valle del Fin y su posterior cautiverio. Sus pesadillas no la dejaban olvidar. Y ahora volvía a plantarse frente a ella, y no era ningún sueño. Kuroyuki había vuelto a buscarla.

Aotsuki Ayame —la llamó, y Ayame volvió a estremecerse bajo la gélida oscuridad de su voz. Y entonces sus ojos cambiaron al carmesí, y su voz se volvió más grave, más escalofriante si cabía. Una voz que se agarró a sus entrañas y las retorció con sádica malicia—. Hermana. ¿Qué significa esto? —Sus ojos volvieron al negro—. Revirtieron de nuevo el sello...

«Cambia entre Kurama y ella misma...» Comprendió. Después de todo, era algo muy similar a lo que ella misma hacía con Kokuō.

No. No hay sello. Puedo sentirlo —respondió el Zorro—. Mmh. ¿Tú también eres de Dragón Rojo? —Kuroyuki dio un paso al frente, con la mirada clavada en la presa de Ayame, quien tuvo que hacer un soberano esfuerzo por no soltarla y retroceder, huir todo lo que le permitiesen sus piernas. Pero hacía tiempo había descubierto que de nada servía intentar huir de aquella mujer. Tal era el terror que sentía, que ni siquiera escuchó las tres palabras de la encapuchada, tan aterrorizada como ella misma—. Mandé un mensaje a través del Uchiha. Simple, directo. Y aquí estáis, jugando... ¿a qué?

«El Uchiha... ¿Se refiere a Akame? ¿Akame ha hablado con Kurama?» Ayame palideció aún más. No era posible que Dragón Rojo se hubiese aliado con los Generales de Kurama... ¿No?

Y lo mismo digo por ti, Hermana. ¿A qué juegas?

Pero la respuesta a aquella pregunta no llegó. Al menos, no de la manera que ninguno de los presentes habría esperado.

Las palabras murieron en la garganta de la aterrorizada Ayame, y antes de que pudiera siquiera encontrar las palabras adecuadas, la mirada de Kuroyuki se perdió en algún punto en el infinito, su cuerpo estuvo a punto de caer como el de una marioneta al que le hubiesen cortado los hilos y Ayame sintió algo caliente escurriéndose por su mejilla.

¿Qué...? —extrañada, bajó la mirada cuando goteó desde su barbilla y, estupefacta, encontró una mancha de sangre en la máscara de la encapuchada.

«¿Sangre? ¿Pero cómo? ¿Qué está...?»

Hijos de puta... —bramó la escalofriante voz de Kurama, obligándola a levantar de nuevo la cabeza de golpe. Kuroyuki, poseía por el Kyūbi, volvía a erguirse con toda su entereza, y sus ojos ardían como el fuego del infierno. Estaba enfadado. Muy enfadado, y entonces extendió una mano hacia ellas, mostrándole la palma—. Hijos de puta, ¿qué le habéis hecho a...? Así que es eso, ¿verdad? ¡Estáis juntos en esto!

Q... ¿Qué? —Ayame no entendía absolutamente nada.

Pero entonces los engranajes de su cerebro comenzaron a funcionar. Y recordó...



«Me has dado un bonito regalo, kunoichi. A mí, el Gran Shukaku. Padre del Desierto. Dios del Fūinjutsu. ¡Que no se diga que no devuelvo los favores! ¡Acércate, y toma tu recompensa!»

«¿¡Qué me ha hecho!? Me... ¡Me ha sellado algo, verdad!? ¿Qué me ha sellado? ¿Una técnica? ¡Datsue, no puedes convertirme en una bomba de relojería humana!»



Shukaku le había sellado una técnica tiempo atrás y, de alguna manera, parecía haberse desatado contra Kuroyuki. A juzgar por su reacción, y por la falta de ningún efecto visible, algún tipo de Genjutsu o similar. Esa había sido su forma de darle las gracias, intentar protegerla de Kurama. Pero ahora se encontraba en una posición de lo más delicada, Ayame estaba, literalmente, haciendo equilibrios sobre un fino hilo que la separaba de la muerte.

No sabéis... con quién os estáis enfrentando... os doy una última oportunidad de que recapacitéis. ¡¡VAMOS, KOKUŌ!! ¡TÚ NO ESTÁS TAN LOCA COMO ESE MAPACHE CABRÓN! ¡Tú eres sensata! ¡Deja ya a esa humana con la que te has encaprichado y GOBIERNA! Y tú, enmascarada. Habla. Habla ahora o muere.

Ayame sintió un fuerte tirón en la base del estómago, y su mundo se dio la vuelta. Exteriormente, todo su cuerpo se llenó de una energía inmensa, como nunca antes había sentido aquel cuerpo humano; sus cabellos se volvieron albos como la nieve con las puntas coloreadas de color crema, sus ojos se aclararon hasta volverse aguamarinas y bajo sus párpados apareció una sombra de sangre. Kokuō había hecho a un lado a su jinchūriki para enfrentarse personalmente a su hermano. Dio un fuerte tirón para alzar y juntar las muñecas de la enmascarada y poder tomarlas con una mano sobre su cabeza y alzó la libre contra Kurama, palma con palma, a unos metros de distancia.

Yo sólo gobierno mi vida. Esta humana rompió mis cadenas libremente, incluso después de lo que le hicimos —incluso su voz había cambiado. Era mucho más calma, menos dulce, pero no le faltaba ni un ápice de decisión—. Se prestó a escuchar nuestra historia. Jamás ha usado mi poder en contra de mi voluntad. Y ha ido aún más allá por conseguir que me sintiera más libre. Esta humana no es como los demás, y he decidido hacer lo que nos encomendó Padre: Colaborar con ella, mano a mano. No como esos títeres a los que llamas Generales, no. Juntas. No es ningún capricho.

»¿Vas a matarme por no pensar como tú, Hermano? ¡¿Vas a matarme igual que mataste a Gyūki?!

Y entonces lo sintió. La energía de Gyūki, en alguna parte del estadio.

«Oh, no... ¡Reiji!»






PV:

118/260


CK:

177/330

+20 CK

CK de Kokuō:

1000/1000



Fuerza 30 Resistencia 40 Aguante 40 Agilidad 100 Destreza 60
Poder 60 Inteligencia 70 Carisma 50 Voluntad 40 Percepción 100


·Hitai-ate [Hombro derecha, manga]
·Carcaj con 15 flechas restantes [Espalda]
·Portaobjetos básico [Pierna derecha]
·Portaobjetos Avanzado [Parte baja de la espalda]






[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
Responder


Mensajes en este tema
Kreuzung III - por Sama-sama - 30/06/2020, 20:17
RE: Kreuzung III - por Sama-sama - 30/06/2020, 20:20
RE: Kreuzung III - por Aotsuki Ayame - 30/06/2020, 21:02
RE: Kreuzung III - por Aburame Kintsugi - 30/06/2020, 22:09
RE: Kreuzung III - por Kuroyuki - 1/07/2020, 00:21
RE: Kreuzung III - por Sama-sama - 2/07/2020, 00:08
RE: Kreuzung III - por Uchiha Datsue - 2/07/2020, 00:15
RE: Kreuzung III - por Sama-sama - 2/07/2020, 01:00
RE: Kreuzung III - por Kuroyuki - 2/07/2020, 01:15
RE: Kreuzung III - por Aotsuki Ayame - 2/07/2020, 12:28
RE: Kreuzung III - por Sama-sama - 3/07/2020, 22:31
RE: Kreuzung III - por Aotsuki Ayame - 4/07/2020, 00:59
RE: Kreuzung III - por Kuroyuki - 4/07/2020, 02:09
RE: Kreuzung III - por Sama-sama - 7/07/2020, 23:05
RE: Kreuzung III - por Aotsuki Ayame - 8/07/2020, 00:52
RE: Kreuzung III - por Kuroyuki - 8/07/2020, 01:53
RE: Kreuzung III - por Aotsuki Ayame - 8/07/2020, 11:33
RE: Kreuzung III - por Aburame Kintsugi - 8/07/2020, 14:10
RE: Kreuzung III - por Sama-sama - 8/07/2020, 17:12


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.