7/07/2020, 23:05
Uno de los mosquitos había tratado de volver. Qué gran acierto había sido el suyo, al dejar un pequeño sello explosivo por el camino. Pero no dejó que eso le desconcentrase. Tenía trabajo que hacer. Lo sentía. Lo notaba.
Modo Sabio: Por cada 10 de Percepción, el usuario puede sentir el chakra y el estado de otras personas en un radio de 4 metros, la dirección y la proximidad.
Percepción 50: 20 metros
Al otro lado de la pared. Había llegado el momento. Hacer historia y matar a cuántos hiciesen falta.
Tomó el poderoso mandoble por la empuñadura. Aquella espada se manejaba mejor cuando una de las dos manos sujetaba el ricasso para compensar el enorme peso con un punto de apoyo más céntrico. Sin embargo, con eso se perdía el gran potencial de aquella arma, pues era precisamente en el ricasso desnudo donde surgía el viento que alimentaba las llamas de la hoja. Y dígase algo del Ryūnosuke: no es ningún flacucho que necesite trampear en el agarre para sujetar como es debido un triste mandoble.
—Hmm.
Tenso. Concentrado. Su torso eran nudos contraídos, puro tendón y músculo. Apretó los dientes. Hacía meses que no había vuelto a abrir la boca. Ya era hora de que el Heraldo del Dragón anunciase su llegada.
—¡¡¡GRRROOOOOOOOOAAAAARRRRRRR!!!
Con el gruñido, hundió con rabia la hoja en la pared, atravesándola como si no fuese más que una cortina. La punta de la hoja llegó al otro lado, a un pasillo paralelo exclusivo, según Uchiha Akame, para la evacuación de gente importante. De gente cuyo único mérito para tener lo que tenían y para que otros hincasen las rodillas al verlos fue nacer. Eso se iba a acabar. El Heraldo del Dragón había abierto las fauces, y todo el mundo sabe lo que pasa cuando eso sucede.
Fuego. En su más tierna expresión. Saliendo de la punta del acero y convirtiendo al pasillo paralelo en un auténtico crematorio. ¿Crematorio? No, eso no era suficiente. Eso no bastaba para él. Fūton puro nació entonces del ricasso, alimentando una tormenta de fuego que terminó colisionando contra las puertas de salida y…
¡¡¡BOOOOOOOOOOMMMMMM!!!
… y convirtió aquellas puertas en las del Yomi. Sin excepciones ni privilegios. Todos quedaron reducidos a cenizas por igual. Inocentes. Ninjas. Nobles. También el Señor Feudal de la Espiral. Escombros, humo, olor a carne derretida y huesos calcinados. Eso era todo lo que quedaba.
Hacer historia reduciéndola a cenizas.
![[Imagen: S0pafJH.png]](https://imgfz.com/i/thumbnail/S0pafJH.png)