12/07/2020, 23:11
Hana se giró y respiró hondo, volvio a girarse hacia el de gafas señalándole con el dedo.
—Takumi-san... tú... —Parecía que iba a matarle. —El primer día de primavera que vea florecidos los cerezos te iré a buscar y vendrás a verlos.
—E- entendido. —Dijo casi con miedo rascándose el cogote.
La rubia volvió a girarse, dio unos pocos pasos y se volvió otra vez encarando al kazejin.
—¡¿Pero cómo no has vistos los cerezos?! ¡Si son el icono de Uzushiogakure! Como el té o los remolinos.
—Si interés tengo, pero nunca he podido acudir a verlos cuando florecen. Debería organizarme mejor. —Intentó justificarse. —Pero tranquila, que de la próxima primavera no pasa. —Prometió.
Su compañera tenía razón, ya iba siendo hora de conocer bien la Aldea para la que estaba sirviendo, uno de sus iconos de belleza inigualable. A ver si así de una vez por todas comenzaba a integrarse completamente, nadie le había dificultado esa labor, pero había algo en su interior que aún le impedía abrirse completamente a los uzujins y a su Villa.
—Takumi-san... tú... —Parecía que iba a matarle. —El primer día de primavera que vea florecidos los cerezos te iré a buscar y vendrás a verlos.
—E- entendido. —Dijo casi con miedo rascándose el cogote.
La rubia volvió a girarse, dio unos pocos pasos y se volvió otra vez encarando al kazejin.
—¡¿Pero cómo no has vistos los cerezos?! ¡Si son el icono de Uzushiogakure! Como el té o los remolinos.
—Si interés tengo, pero nunca he podido acudir a verlos cuando florecen. Debería organizarme mejor. —Intentó justificarse. —Pero tranquila, que de la próxima primavera no pasa. —Prometió.
Su compañera tenía razón, ya iba siendo hora de conocer bien la Aldea para la que estaba sirviendo, uno de sus iconos de belleza inigualable. A ver si así de una vez por todas comenzaba a integrarse completamente, nadie le había dificultado esa labor, pero había algo en su interior que aún le impedía abrirse completamente a los uzujins y a su Villa.