7/10/2020, 14:03
Hanabi se encogió de hombros y terminó por esbozar una sonrisa culpable.
—Dicho así parece una temeridad por mi parte y un mal chiste, pero… Joder, Shanise, ¡fue exactamente así como ocurrió! —exclamó Hanabi, sin poder evitar soltar una pequeña carcajada que rebajó la tensión acumulada.
»No fue nada buscado ni planeado, espero que no pienses que estamos intentando aprovecharnos de la situación para buscar poder o algo por el estilo. Simplemente, Gyūki se presentó en mi puerto y… Realmente, creo que Uzu tiene poco que ver con su decisión. Si Sasaki Reiji y Yuuna se hubiesen encontrado en Amegakure estoy convencido de que sería allí adonde hubiese ido —confesó, sincero—. El caso es que me pidió un lugar donde esconderse y hasta una bandana.
Y el resto era historia.
—Don, ¿pero qué haces, hombre?
—¿Eh? Nada, nada —dijo, acalorado, dejando de mirarse el interior de la ropa—. Solo comprobaba que Kintsugi no nos hubiese dejado de nuevo otra de sus… mariposas.
—Dicho así parece una temeridad por mi parte y un mal chiste, pero… Joder, Shanise, ¡fue exactamente así como ocurrió! —exclamó Hanabi, sin poder evitar soltar una pequeña carcajada que rebajó la tensión acumulada.
»No fue nada buscado ni planeado, espero que no pienses que estamos intentando aprovecharnos de la situación para buscar poder o algo por el estilo. Simplemente, Gyūki se presentó en mi puerto y… Realmente, creo que Uzu tiene poco que ver con su decisión. Si Sasaki Reiji y Yuuna se hubiesen encontrado en Amegakure estoy convencido de que sería allí adonde hubiese ido —confesó, sincero—. El caso es que me pidió un lugar donde esconderse y hasta una bandana.
Y el resto era historia.
—Don, ¿pero qué haces, hombre?
—¿Eh? Nada, nada —dijo, acalorado, dejando de mirarse el interior de la ropa—. Solo comprobaba que Kintsugi no nos hubiese dejado de nuevo otra de sus… mariposas.