11/10/2020, 16:41
»No fue nada buscado ni planeado, espero que no pienses que estamos intentando aprovecharnos de la situación para buscar poder o algo por el estilo.
—Hanabi... Amegakure y Uzushiogakure han colaborado desde hace tiempo más que nunca —casi se indignó Shanise—. Jamás pensaríamos algo así. Y menos ahora.
—Simplemente, Gyūki se presentó en mi puerto y… Realmente, creo que Uzu tiene poco que ver con su decisión. Si Sasaki Reiji y Yuuna se hubiesen encontrado en Amegakure estoy convencido de que sería allí adonde hubiese ido —confesó, sincero—. El caso es que me pidió un lugar donde esconderse y hasta una bandana.
—El mundo se ha vuelto un lugar de locos. —Shanise se llevó los dedos pulgar e índice al entrecejo y se lo pellizcó, apretando los dientes.
—Disculpadme pero entonces... este... —intervino Ayame. Se detuvo un momento. ¡Agradeció a Kokuō y siguió hablando, como si estuviera hablando con ella! Bueno, era exactamente eso. Shanise soltó un gruñido disconforme—. ¿Entonces Gyūki está buscando refugio? ¿En Uzushiogakure ¿De Kurama? No quiero sonar pesimista, pero Reiji utilizó el chakra de Gyūki en el estadio, y tanto Kuroyuki como él lo notaron. Si Kurama se llega a enterar de alguna manera que el causante fue Reiji, lo primero que hará será buscarlo en la Aldea del Remolino... —argumentó, sinceramente preocupada—. ¿No hubiese sido mejor que se quedara en el océano?
—Me imagino que ya habrá pensado en eso y tendrá sus razones para...
—¿Y qué es eso de mi Hermano pidió una bandana shinobi?
—intervino Kokuō de pronto desde los labios de Ayame, quien se tapó la boca.
Shanise dio un brinco.
—¡Por Amenokami! —exclamó, llevándose una mano al pecho—. ¡Si quieres participar en la reunión, sal de ahí y hazlo, pero deja de darnos estos sobresaltos!
»...¡AYAME, SUIKA!
El que la sobresaltó ahora fue el bueno de Katsudon, que se estaba mirando dentro del jersey para comprobar que Kintsugi no les había dejado alguna mariposa. Alarmada, Shanise no dejó terminar a Ayame y la golpeó con el puño, para inmediatamente después deshacerse por completo en agua ella misma.
La figura licuada de Shanise se formó poco a poco de nuevo en el asiento. Aún así, se sacudió un poco las mangas, por si acaso. Suspiró.
—Hanabi... Amegakure y Uzushiogakure han colaborado desde hace tiempo más que nunca —casi se indignó Shanise—. Jamás pensaríamos algo así. Y menos ahora.
—Simplemente, Gyūki se presentó en mi puerto y… Realmente, creo que Uzu tiene poco que ver con su decisión. Si Sasaki Reiji y Yuuna se hubiesen encontrado en Amegakure estoy convencido de que sería allí adonde hubiese ido —confesó, sincero—. El caso es que me pidió un lugar donde esconderse y hasta una bandana.
—El mundo se ha vuelto un lugar de locos. —Shanise se llevó los dedos pulgar e índice al entrecejo y se lo pellizcó, apretando los dientes.
—Disculpadme pero entonces... este... —intervino Ayame. Se detuvo un momento. ¡Agradeció a Kokuō y siguió hablando, como si estuviera hablando con ella! Bueno, era exactamente eso. Shanise soltó un gruñido disconforme—. ¿Entonces Gyūki está buscando refugio? ¿En Uzushiogakure ¿De Kurama? No quiero sonar pesimista, pero Reiji utilizó el chakra de Gyūki en el estadio, y tanto Kuroyuki como él lo notaron. Si Kurama se llega a enterar de alguna manera que el causante fue Reiji, lo primero que hará será buscarlo en la Aldea del Remolino... —argumentó, sinceramente preocupada—. ¿No hubiese sido mejor que se quedara en el océano?
—Me imagino que ya habrá pensado en eso y tendrá sus razones para...
—¿Y qué es eso de mi Hermano pidió una bandana shinobi?
—intervino Kokuō de pronto desde los labios de Ayame, quien se tapó la boca.
Shanise dio un brinco.
—¡Por Amenokami! —exclamó, llevándose una mano al pecho—. ¡Si quieres participar en la reunión, sal de ahí y hazlo, pero deja de darnos estos sobresaltos!
»...¡AYAME, SUIKA!
El que la sobresaltó ahora fue el bueno de Katsudon, que se estaba mirando dentro del jersey para comprobar que Kintsugi no les había dejado alguna mariposa. Alarmada, Shanise no dejó terminar a Ayame y la golpeó con el puño, para inmediatamente después deshacerse por completo en agua ella misma.
La figura licuada de Shanise se formó poco a poco de nuevo en el asiento. Aún así, se sacudió un poco las mangas, por si acaso. Suspiró.