14/04/2021, 03:09 
		
		
		
			—¡Porque me están sujetando, eh! ¡Que sino te reventaba! —exclamó Datsue, arrastrado por una niña cuyos dos bracitos juntos no llegaban al tamaño ni de uno suyo—. ¡Porque me retienen, o no respondía!
—¡Aquí te espero, payaso! ¡Uno contra uno sin clones ni payasadas!
La chica era consciente que su presencia física no imponía mucho entre la disputa que estaban teniendo los otros dos. Al ver que ambos ya se habían detenido, soltó de la chaqueta que estaba tirando y pegó un bufido.
—Oh… ¡Amejin! ¡Quiero denunciar un robo! ¡Este señor me quiso birlar tres mil ryō! — soltó el chico cuando llegó a verla.
—Oh… esto va a ser divertido.
La muchacha se quedó extrañada ante la queja que se le presentaba. No sabía si solo la estaban bolaceando o si el tipo estaba hablando completamente en serio. Ya un poco menos exaltada de toda la situación, suspiró y miró al chico de la chaqueta.
—¿Denunciar? ¿De que me viste cara? — se cruzó de brazos y desvió la mirada. — Además, ¿Cómo es que te robó tanto dinero? Tuviste que estar muy lento para no darte cuenta.
—Y, digamos, que esa cosa no puede pasar muy por desapercibido. — señaló a la bestia que estaba en el suelo.
		
		
		
		
	—¡Aquí te espero, payaso! ¡Uno contra uno sin clones ni payasadas!
La chica era consciente que su presencia física no imponía mucho entre la disputa que estaban teniendo los otros dos. Al ver que ambos ya se habían detenido, soltó de la chaqueta que estaba tirando y pegó un bufido.
—Oh… ¡Amejin! ¡Quiero denunciar un robo! ¡Este señor me quiso birlar tres mil ryō! — soltó el chico cuando llegó a verla.
—Oh… esto va a ser divertido.
La muchacha se quedó extrañada ante la queja que se le presentaba. No sabía si solo la estaban bolaceando o si el tipo estaba hablando completamente en serio. Ya un poco menos exaltada de toda la situación, suspiró y miró al chico de la chaqueta.
—¿Denunciar? ¿De que me viste cara? — se cruzó de brazos y desvió la mirada. — Además, ¿Cómo es que te robó tanto dinero? Tuviste que estar muy lento para no darte cuenta.
—Y, digamos, que esa cosa no puede pasar muy por desapercibido. — señaló a la bestia que estaba en el suelo.
 
				 
			 
 
