20/04/2021, 19:58
—¡Pues de kunoichi! ¿De qué sino?
Jun se quedó pasmada por unos segundos y no pudo evitar tirar un resoplo. Todavía no tenía muy claro el hecho de que ya se había graduado de la academia, es como si su cabeza se hubiera olvidado de eso.
«Tiene razón.»
Aunque después de lo que le había soltado al muchacho, no pudo evitar sonreír al escuchar la carcajada del tanuki. Le encantaba con la fuerza que se estaba riendo la "cosa", parecía realmente tentado.
—¡Así que culpando a la víctima! ¡Lo que me faltaba por oír!
Y después, la guinda sobre el pastel.
—¡JAAAJIAJIAJIA! ¡Me caes bien a ratos, muchacha! Pero la próxima vez que me llames cosa… te descuartizaré en pedacitos y sellaré cada parte en un país distinto de Ōnindo. — soltó la bestia.
La chica no pudo reconocer bien si estaba hablando en serio o no. No podía tomarse a mal lo que estaba diciendo un tanuki parlante que desbordaba en risas. Pero ya antes había visto lo oscuro que podía ser esa criatura, por lo que decidió ser más decente y no seguir rebajándose. Aunque esto último le hubiese encantado.
—Bueno bueno, ya. — intentó impartir calma, aunque la situación era bastante extraña. —No se si me estas hablando en serio o no sobre el robo. Además, tú también eres shinobi, ¿no? — dijo divisando con su vista la bandana que también tenía en el cuello el muchacho. —Pero bueno ¿Me puedes contar con más detalles que pasó?
La muchacha intentaba mostrarse seria, aunque realmente a veces sonreía sola por la rareza de ese encuentro.
Jun se quedó pasmada por unos segundos y no pudo evitar tirar un resoplo. Todavía no tenía muy claro el hecho de que ya se había graduado de la academia, es como si su cabeza se hubiera olvidado de eso.
«Tiene razón.»
Aunque después de lo que le había soltado al muchacho, no pudo evitar sonreír al escuchar la carcajada del tanuki. Le encantaba con la fuerza que se estaba riendo la "cosa", parecía realmente tentado.
—¡Así que culpando a la víctima! ¡Lo que me faltaba por oír!
Y después, la guinda sobre el pastel.
—¡JAAAJIAJIAJIA! ¡Me caes bien a ratos, muchacha! Pero la próxima vez que me llames cosa… te descuartizaré en pedacitos y sellaré cada parte en un país distinto de Ōnindo. — soltó la bestia.
La chica no pudo reconocer bien si estaba hablando en serio o no. No podía tomarse a mal lo que estaba diciendo un tanuki parlante que desbordaba en risas. Pero ya antes había visto lo oscuro que podía ser esa criatura, por lo que decidió ser más decente y no seguir rebajándose. Aunque esto último le hubiese encantado.
—Bueno bueno, ya. — intentó impartir calma, aunque la situación era bastante extraña. —No se si me estas hablando en serio o no sobre el robo. Además, tú también eres shinobi, ¿no? — dijo divisando con su vista la bandana que también tenía en el cuello el muchacho. —Pero bueno ¿Me puedes contar con más detalles que pasó?
La muchacha intentaba mostrarse seria, aunque realmente a veces sonreía sola por la rareza de ese encuentro.