22/04/2021, 13:32
Datsue y Shukaku se miraron al mismo tiempo. ¿Ellos, pareja?
—¡Pffffffff! —exclamaron al unísono, cruzándose de brazos y dándose la espalda el uno al otro.
¡Pareja de conveniencia, si acaso! ¡Y muy exagerada le parecía la comparación, aún así! Fuese como fuese, la kunoichi —que, se dio cuenta, todavía no conocía su nombre— continuó con el “juicio”. No dio del todo la razón a Shukaku, pero tampoco se la dio a él.
—Uchiha Datsue —comentó, brevemente, cuando la chica hizo ver que todavía no sabía si nombre—. Aunque la gente suele conocerme como el Hijo del Desierto.
Entonces la chica soltó la pregunta bomba.
—¿Un tanuki? ¡¿YO?! ¡JAAAJIAJIAJIA! ¡Esa es buena! ¿Quién soy yo? ¡Pregúntale a tu ADN! ¡Pregúntale a la sangre que corre por tus venas! ¡Tus ancestros lo saben bien! ¡Han imprimido en tu código genético el instinto de supervivencia necesario para reconocerme en cuanto me veas! ¡Para sentir escalofríos en cuanto oigas mi risa! ¡JIA JIA JIA! ¡Soy el Gran Shukaku, pero vosotros los humanos me conocéis más como Ichibi, el bijū de Una Cola! ¡Que mi versión reducida no te confunda! ¡Podría arrasar con toda esta ciudad de un suspiro si me lo propusiese!
—Vamos, Shukaku. No hace falta que nos pongamos así… —dijo Datsue, mirando a un lado y a otro preocupado de que alguien escuchase. Por mucho que la confianza entre ambos hubiese crecido en todos aquellos años juntos, Datsue todavía se sentía tenso y asustado de que en cualquier momento a Shukaku se le fuese la pinza y cometiese una locura.
—En cuanto a porqué necesito el dinero, esa es una buena pregunta. En realidad no lo necesito, pero los humanos tienen la extraña costumbre de querer un fajo de billetes a cambio de una buena botella de sake.
—¡Pffffffff! —exclamaron al unísono, cruzándose de brazos y dándose la espalda el uno al otro.
¡Pareja de conveniencia, si acaso! ¡Y muy exagerada le parecía la comparación, aún así! Fuese como fuese, la kunoichi —que, se dio cuenta, todavía no conocía su nombre— continuó con el “juicio”. No dio del todo la razón a Shukaku, pero tampoco se la dio a él.
—Uchiha Datsue —comentó, brevemente, cuando la chica hizo ver que todavía no sabía si nombre—. Aunque la gente suele conocerme como el Hijo del Desierto.
Entonces la chica soltó la pregunta bomba.
—¿Un tanuki? ¡¿YO?! ¡JAAAJIAJIAJIA! ¡Esa es buena! ¿Quién soy yo? ¡Pregúntale a tu ADN! ¡Pregúntale a la sangre que corre por tus venas! ¡Tus ancestros lo saben bien! ¡Han imprimido en tu código genético el instinto de supervivencia necesario para reconocerme en cuanto me veas! ¡Para sentir escalofríos en cuanto oigas mi risa! ¡JIA JIA JIA! ¡Soy el Gran Shukaku, pero vosotros los humanos me conocéis más como Ichibi, el bijū de Una Cola! ¡Que mi versión reducida no te confunda! ¡Podría arrasar con toda esta ciudad de un suspiro si me lo propusiese!
—Vamos, Shukaku. No hace falta que nos pongamos así… —dijo Datsue, mirando a un lado y a otro preocupado de que alguien escuchase. Por mucho que la confianza entre ambos hubiese crecido en todos aquellos años juntos, Datsue todavía se sentía tenso y asustado de que en cualquier momento a Shukaku se le fuese la pinza y cometiese una locura.
—En cuanto a porqué necesito el dinero, esa es una buena pregunta. En realidad no lo necesito, pero los humanos tienen la extraña costumbre de querer un fajo de billetes a cambio de una buena botella de sake.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado