22/01/2016, 17:03
(Última modificación: 25/01/2016, 22:12 por Uzumaki Eri.)
—Esto… Yo no diría que suerte... En realidad me sorprendió saber que te enlistaste en un evento como este, pero debes tener tus motivos igual que yo.
¿Motivos? ¿Los motivos para apuntarse a un torneo donde todo el mundo, a parte de las personas más importantes del continente, van a verla o bien fracasar o bien triunfar? Sí, los tenía, quería demostrar que ella también valía, que Eri también valía como kunoichi de Uzushiogakure, aún teniendo la especialidad que tenía, aún siempre quedándose a la espalda de todos sus compañeros... ¡Ella también podía proteger la villa!
Siempre había tenido en mente las cuatro reglas que rigen las artes del Ninjutsu Médico cuando se las explicaron por primera vez, y hasta ese momento - y esperaba que en la prosperidad -, las siguiese cumpliendo, pero eso no daba derecho a los demás de tener a los ninjas médicos como... Como personas que debían proteger porque solo se limitan a curar y tratar a los heridos... ¡Ellos también sabían luchar! Por eso ella estaba allí, para dar a conocer que ella, una ninja médico, también podía protegerse y valerse por sí misma, aún estando detrás de los demás ninjas... ¡No era una carga para ellos, sino una camarada!
Tan ensimismada estaba en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que el público comenzaba a murmurar todavía más alto e incluso la tensión se palpaba en el ambiente. Claro, llevaban ahí un rato y no habían comenzado a hacer nada. Hinchó el moflete y murmuró una maldición por lo bajo. ¿Acaso ellos no podían ser un poco más empáticos y ponerse en el lugar de la kunoichi? Ellos no entendían nada.
Pero el Ishimura volvió a hablar.
—Jejeje —rió por lo bajo, un poco nervioso—. Para serte sincero, si hubiéramos tenido este combate antes de aquel día en el jardín de los cerezos, habría peleado encantando. Pero ahora… —se sacó las manos de los bolsillos —. La sola idea me aflige. Una breve pausa pasó, hasta que... —¡Gracias por darme tu amistad, Eri-san!
Abrió los ojos más de lo normal y agachó la mirada. Al parecer... Él sí había sentido lo mismo que ella, él... Se sentía afligido por tener que pelearse con ella. Notó como cientos de pares de ojos se posaban sobre su ser y un escalofrío le recorrió de pies a cabeza. Levantó la vista hacia el cielo, esperando que Kazuma no aprovechase ese momento de debilidad que afloraba de la pequeña huérfana, y volvió a escucharle, cerró los ojos y los puños mientras él recitaba su resolución.
Ella también tenía una.
-Por las expectativas de nuestra kage y nuestro país, y por la lealtad a mi especialidad y a mí misma - Repitió las palabras del joven espadachín, haciendo que su voz sonase cada vez más alta y que su cabeza poco a poco se fuese agachando para quedar a la altura perfecta para mirar directamente a los ojos de acero del shinobi -.Por nuestros lazos y por el respeto que te tengo al ser un compañero, ya no solo de villa, sino de profesión... Por ello me enfrentaré a ti con todo mi potencial - Su voz sonaba más decidida de lo normal, ni si quiera sabía si era ella quién hablaba o su yo interior -.Combatiré contigo, y... No te preocupes, siempre estaré ahí para curar tus heridas después de cada combate. - Guiñó su ojo izquierdo.
-Por eso, Ishimura Kazuma, gracias por combatir hoy conmigo.
Pegó un salto del pilar, concentró chakra en su puño izquierdo y lo impactó en el punto medio entre los dos pilares, haciendo que el suelo, de hierba verde y tierra, se convirtiese en pequeñas piezas que comenzaron a dispersarse por toda la arena, creando una sensación un tanto hogareña: como si las flores de cerezo del Jardín de Uzushiogakure comenzasen a dejar a sus pétalos volar libres con el viento.
PV: 150
CK: 110 - 12 = 98
¿Motivos? ¿Los motivos para apuntarse a un torneo donde todo el mundo, a parte de las personas más importantes del continente, van a verla o bien fracasar o bien triunfar? Sí, los tenía, quería demostrar que ella también valía, que Eri también valía como kunoichi de Uzushiogakure, aún teniendo la especialidad que tenía, aún siempre quedándose a la espalda de todos sus compañeros... ¡Ella también podía proteger la villa!
Siempre había tenido en mente las cuatro reglas que rigen las artes del Ninjutsu Médico cuando se las explicaron por primera vez, y hasta ese momento - y esperaba que en la prosperidad -, las siguiese cumpliendo, pero eso no daba derecho a los demás de tener a los ninjas médicos como... Como personas que debían proteger porque solo se limitan a curar y tratar a los heridos... ¡Ellos también sabían luchar! Por eso ella estaba allí, para dar a conocer que ella, una ninja médico, también podía protegerse y valerse por sí misma, aún estando detrás de los demás ninjas... ¡No era una carga para ellos, sino una camarada!
Tan ensimismada estaba en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que el público comenzaba a murmurar todavía más alto e incluso la tensión se palpaba en el ambiente. Claro, llevaban ahí un rato y no habían comenzado a hacer nada. Hinchó el moflete y murmuró una maldición por lo bajo. ¿Acaso ellos no podían ser un poco más empáticos y ponerse en el lugar de la kunoichi? Ellos no entendían nada.
Pero el Ishimura volvió a hablar.
—Jejeje —rió por lo bajo, un poco nervioso—. Para serte sincero, si hubiéramos tenido este combate antes de aquel día en el jardín de los cerezos, habría peleado encantando. Pero ahora… —se sacó las manos de los bolsillos —. La sola idea me aflige. Una breve pausa pasó, hasta que... —¡Gracias por darme tu amistad, Eri-san!
Abrió los ojos más de lo normal y agachó la mirada. Al parecer... Él sí había sentido lo mismo que ella, él... Se sentía afligido por tener que pelearse con ella. Notó como cientos de pares de ojos se posaban sobre su ser y un escalofrío le recorrió de pies a cabeza. Levantó la vista hacia el cielo, esperando que Kazuma no aprovechase ese momento de debilidad que afloraba de la pequeña huérfana, y volvió a escucharle, cerró los ojos y los puños mientras él recitaba su resolución.
Ella también tenía una.
-Por las expectativas de nuestra kage y nuestro país, y por la lealtad a mi especialidad y a mí misma - Repitió las palabras del joven espadachín, haciendo que su voz sonase cada vez más alta y que su cabeza poco a poco se fuese agachando para quedar a la altura perfecta para mirar directamente a los ojos de acero del shinobi -.Por nuestros lazos y por el respeto que te tengo al ser un compañero, ya no solo de villa, sino de profesión... Por ello me enfrentaré a ti con todo mi potencial - Su voz sonaba más decidida de lo normal, ni si quiera sabía si era ella quién hablaba o su yo interior -.Combatiré contigo, y... No te preocupes, siempre estaré ahí para curar tus heridas después de cada combate. - Guiñó su ojo izquierdo.
-Por eso, Ishimura Kazuma, gracias por combatir hoy conmigo.
Pegó un salto del pilar, concentró chakra en su puño izquierdo y lo impactó en el punto medio entre los dos pilares, haciendo que el suelo, de hierba verde y tierra, se convirtiese en pequeñas piezas que comenzaron a dispersarse por toda la arena, creando una sensación un tanto hogareña: como si las flores de cerezo del Jardín de Uzushiogakure comenzasen a dejar a sus pétalos volar libres con el viento.
Estado de Eri
PV: 150
CK: 110 - 12 = 98
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)