11/01/2022, 14:42
Amedama Daruu permanecía en silencio, auspiciado por una capa impermeable con capucha negra y sin atreverse a levantar la mirada para ver el barco de Yui marchar hacia la nada que venía después. Trataba de respirar hondamente, controlando el fuego que le ardía en el pecho y las lágrimas que buscaban unirse a la lluvia. Amekoro Yui se había ido para convertirse en leyenda. Debería estar satisfecho porque Shanise tuviese en cuenta su sugerencia, pero nadie podía estar satisfecho con lo que había pasado.
Echó un vistazo alrededor. Allí había mucha gente. Algunas caras conocidas, otras desconocidas. Alguien susurraba, ¿o quizás cantaba?
A todos ellos se debía. Todos ellos eran sus Hermanos. Por eso cuando todos estallaron en vítores, Daruu se mantuvo en silencio y asintió, casi para sí mismo más que para nadie. Había tomado la decisión correcta. Todavía había gente por la quien luchar ahí fuera, en el campo de batalla.
Y Amekoro Yui serviría para siempre como inspiración.
Sonrió, y al mismo tiempo lloró, y se sintió mal por hacer ambas cosas. Porque no había tiempo ni lugar para otra cosa que no fuese la furia divina de Raijin cayendo sobre la cabeza de Kyūbi no Kurama.
Echó un vistazo alrededor. Allí había mucha gente. Algunas caras conocidas, otras desconocidas. Alguien susurraba, ¿o quizás cantaba?
A todos ellos se debía. Todos ellos eran sus Hermanos. Por eso cuando todos estallaron en vítores, Daruu se mantuvo en silencio y asintió, casi para sí mismo más que para nadie. Había tomado la decisión correcta. Todavía había gente por la quien luchar ahí fuera, en el campo de batalla.
Y Amekoro Yui serviría para siempre como inspiración.
Sonrió, y al mismo tiempo lloró, y se sintió mal por hacer ambas cosas. Porque no había tiempo ni lugar para otra cosa que no fuese la furia divina de Raijin cayendo sobre la cabeza de Kyūbi no Kurama.
«No seré la Tormenta, Yui. Pero con mis espadas, la llevaré a donde tú la necesites.»
«Y a ti en el corazón.»
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)