11/04/2022, 22:57
Dejó un papiro enrollado sobre la mesa, esperando a que esta lo tomara. Podría simplemente dejarlo ahí, callar en sus pensamientos y corazón todo lo que había pasado en ese momento. Pero ella no se lo merecía, Hana no se merecía eso. Tomo el rollo, y acto seguido se levantó marchándose de aquel lugar, con un colosal peso sobre su espalda, directa hacia la estación. No podría mentirle, y mucho menos podría ocultarle nada.
«¿¡Por qué!? ¿¡Por qué esto ahora!? ¡Después de tanto tiempo, después de tanto sufrimiento, por fin puedo volver a ver su sonrisa, y vuelve a aparecer un problema enorme a la vuelta de la esquina!»
Acababa de volver a ver brillar el sol, y las nubes de tormenta volvían a cernirse sobre ella. ¿Pero qué podía hacer? Apenas podría siquiera mantenerlo en silencio por mucho tiempo, no tenía la voluntad emocional para algo así. Y el hecho de que pasara más tiempo podría llegar a ser más doloroso para ella, y si se callaba por demasiado tiempo, Hana seguro que la odiaría por habérselo ocultado. ¿Qué debía hacer? Solo quería pasar una agradable semana con ella, salir a cualquier lado a divertirse, comer junto a ella, ver las estrellas, y hablar de cualquier cosa sin preocupación hasta acabar dormida la una sobre la otra.
Y ahora, no podría disfrutar de eso en toda la semana. Ren volvería a la estación, llorando mientras se apoyaba con fuerza la mano sobre la frente a la vez que se mordía el labio inferior. Pasara lo que pasara, lo único que no quería, era que el amor de su vida no sufriera.
«¿¡Por qué!? ¿¡Por qué esto ahora!? ¡Después de tanto tiempo, después de tanto sufrimiento, por fin puedo volver a ver su sonrisa, y vuelve a aparecer un problema enorme a la vuelta de la esquina!»
Acababa de volver a ver brillar el sol, y las nubes de tormenta volvían a cernirse sobre ella. ¿Pero qué podía hacer? Apenas podría siquiera mantenerlo en silencio por mucho tiempo, no tenía la voluntad emocional para algo así. Y el hecho de que pasara más tiempo podría llegar a ser más doloroso para ella, y si se callaba por demasiado tiempo, Hana seguro que la odiaría por habérselo ocultado. ¿Qué debía hacer? Solo quería pasar una agradable semana con ella, salir a cualquier lado a divertirse, comer junto a ella, ver las estrellas, y hablar de cualquier cosa sin preocupación hasta acabar dormida la una sobre la otra.
Y ahora, no podría disfrutar de eso en toda la semana. Ren volvería a la estación, llorando mientras se apoyaba con fuerza la mano sobre la frente a la vez que se mordía el labio inferior. Pasara lo que pasara, lo único que no quería, era que el amor de su vida no sufriera.