13/04/2022, 08:33
Cada cama estaba pegada a una pared, porque básicamente la habitación no daba para más. Aparte de las dos camas y los armarios a los pies, no había nada más que un pequeño hueco entre ambas camas que coronaba en una mesita de noche compartida con un pequeño candelabro.
— Bueno, soy toda tuya, ¿qué hacemos?
— ¿Cómo que qué hacemos? Al mercado de armas, ¡vamos!
A veces se olvidaba de lo lenta que podía ser Ren. ¡Habían estado hablando de ello de camino a la posada y ya se le había olvidado! Hana le metió prisa desde el marco de la puerta, haciéndole gestos apresurada. Sin embargo, después andaba con tranquilidad, una vez se pusieran en marcha.
— Bueno, soy toda tuya, ¿qué hacemos?
— ¿Cómo que qué hacemos? Al mercado de armas, ¡vamos!
A veces se olvidaba de lo lenta que podía ser Ren. ¡Habían estado hablando de ello de camino a la posada y ya se le había olvidado! Hana le metió prisa desde el marco de la puerta, haciéndole gestos apresurada. Sin embargo, después andaba con tranquilidad, una vez se pusieran en marcha.