15/04/2022, 09:34
— ¡Pero es que fuiste a por la mas grande de todas! ¡Ni si quiera te paraste a mirar las hachas de mano o más pequeñas!
Que Ren estuviese riéndose de ella solo la ofendía más.
— Obvio, tú no te paras a mirar los kunais o los tantos, porque estás buscando una espada de verdad, no un cuchillito para untar mantequilla. Claro que voy a las grandes, para coger un hacha de mano ya tengo mi Kodachi. Quiero algo grande e intimidante para que la gente me tome en serio. Soy una kunoichi y soy peligrosa.
Dicho eso, volvió a inflar las mejillas y a cruzarse de brazos apartando la mirada. Por lo roja que se estaba poniendo podía verse que estaba molesta, o quedándose sin aire. Puede que ambas.
Que Ren estuviese riéndose de ella solo la ofendía más.
— Obvio, tú no te paras a mirar los kunais o los tantos, porque estás buscando una espada de verdad, no un cuchillito para untar mantequilla. Claro que voy a las grandes, para coger un hacha de mano ya tengo mi Kodachi. Quiero algo grande e intimidante para que la gente me tome en serio. Soy una kunoichi y soy peligrosa.
Dicho eso, volvió a inflar las mejillas y a cruzarse de brazos apartando la mirada. Por lo roja que se estaba poniendo podía verse que estaba molesta, o quedándose sin aire. Puede que ambas.