18/04/2022, 23:11
Ren salió de la habitación mientras Hana la despedía con la mano, con una sonrisa en el rostro. En cuanto cerró la puerta, la rubia se tumbó, deshaciendo la sonrisa y cualquier tipo de felicidad o tranquilidad en su rostro. Miró al techo como si este fuese a darle alguna respuesta, pero como era de esperar, ni se la dio ni lo intentó.
Por suerte, estando sola no tenía que fingir nada. No estaba contenta, no quería estar allí, no quería ir a donde su padre y no quería ir a la villa de nuevo. De repente, todo se había desmoronado. Tras años pensando que su padre había muerto, lo lógico sería que se sintiese aliviada de que estuviese vivo.
Era lo logico. Le gustaba la logica. Pero no sentía eso. Sentía muchas cosas, pero felicidad o alivio estaban fuera del espectro. Estaba triste de que hubiese tardado tanto en enterarse, estaba preocupada por qué pensaba él de ella, qué le diría si la viese, no había afrontado nada de lo que había pasado de una forma digna. Y lo peor, era saber que si todo aquello era cierto, las había reemplazado. A ella y a su madre. Eso la destruía por dentro.
Todos esos sentimientos al mismo tiempo hicieron que le doliese mucho la cabeza, mucho más de lo que estaba dispuesta a soportar. Así que hundió la cabeza contra el primer cojín que viese e intentaría relajarse. Quedandose dormida para cuando Ren regresase.
Por suerte, estando sola no tenía que fingir nada. No estaba contenta, no quería estar allí, no quería ir a donde su padre y no quería ir a la villa de nuevo. De repente, todo se había desmoronado. Tras años pensando que su padre había muerto, lo lógico sería que se sintiese aliviada de que estuviese vivo.
Era lo logico. Le gustaba la logica. Pero no sentía eso. Sentía muchas cosas, pero felicidad o alivio estaban fuera del espectro. Estaba triste de que hubiese tardado tanto en enterarse, estaba preocupada por qué pensaba él de ella, qué le diría si la viese, no había afrontado nada de lo que había pasado de una forma digna. Y lo peor, era saber que si todo aquello era cierto, las había reemplazado. A ella y a su madre. Eso la destruía por dentro.
Todos esos sentimientos al mismo tiempo hicieron que le doliese mucho la cabeza, mucho más de lo que estaba dispuesta a soportar. Así que hundió la cabeza contra el primer cojín que viese e intentaría relajarse. Quedandose dormida para cuando Ren regresase.