29/04/2022, 21:40
(Última modificación: 29/04/2022, 23:05 por Uchiha Datsue. Editado 1 vez en total.)
Tsuta Neiru era una mujer de cabello corto y negro, con un gran mechón que le nacía del flequillo y le cubría la mitad de su rostro. Los iris de sus ojos tenían un llamativo color dorado, y llevaba los labios pintados de un rosa pálido. Vestía con el chaleco ninja oficial, abierto, y portaba por debajo una blusa negra y unas mallas cortas del mismo color.
—Buenos días a todos —empezó, en cuanto todos se presentaron. Su voz era particularmente grave—. Mi nombre es Tsuta Neiru y seré la líder de vuestro escuadrón.
Alrededor de ellos, el barullo fue en aumento a medida que los distintos escuadrones se juntaban con sus capitanes. Un par de jóvenes genins no encontraban su escuadrón e iban de aquí para allá, perdidos, preguntando desorientados con todo aquel que se cruzaban.
Tsuta Neiru desplegó un mapa frente a ellos.
—Llegaremos mañana al atardecer a este punto —dijo, señalando el barco dibujado—. Según nuestros informes, lo más probable es que el ejército de la Alianza se esté enfrentando en esos momentos a los ninjas de Kurama en algún punto cercano a los Arrozales del Silencio. Gracias a los sellos de comunicación, sabremos cómo está yendo la batalla y decidiremos si vamos a apoyar o nos dirigimos a la Villa de las Aguas Termales, donde trataremos de conseguir nuestro objetivo principal: recuperar la aldea de las manos de Kurama.
Hizo una breve pausa para mirarles por un instante antes de continuar.
—Si bien originalmente esta misión iba a estar conformada por ninjas de la Alianza, se decidió a última hora que solo seríamos los uzujines —informó. Quizá por eso habían necesitado de ninjas tan jóvenes e inexperimentados para rellenar el regimiento—. Una de las razones es porque… no atracaremos el barco en el puerto de las Costas de las Olas Rompientes.
Desenvolvió un pergamino frente a ellos y se oyó un sonoro: ¡pluff! Tras una nube de humo blanca, aparecieron seis chalecos salvavidas y tres cuerdas.
—Lo más probable es que las fuerzas de Kurama tengan controlado el puerto y nos encontrásemos con sorpresas desagradables en los muelles. Además, alertaríamos de nuestra presencia. Por eso mismo, los uzujines somos los más adecuados para el desempeño de esta misión. Nos cobijaremos bajo el amparo de la oscuridad de la noche para... saltar directamente al mar.
—Las Costas de las Olas Rompientes está llena de acantilados y rocas peligrosas bajo la superficie que hacen intratable el desembarco en ningún otro punto que no sea el puerto. Por ello, repito, el barco quedará a una distancia desde la que no sea vea desde el puerto con la oscuridad de la noche y correremos por las olas a esta playa de aquí, situada a trescientos metros del puerto. Todos y cada uno de nosotros llevará puesto el chaleco salvavidas por seguridad, e iremos atados por cuerdas en parejas por si ocurre un accidente. Pase lo que pase, no obstante, deberemos mantenernos en absoluto silencio. Debemos llegar a la Villa de las Aguas Termales sin que nadie nos vea. La sorpresa es nuestra mejor baza. Si no conseguimos llegar de forma sigilosa, las probabilidades de éxito de esta misión bajarán al veinte por ciento.
»¿Alguna duda hasta aquí?
Hana podía o no tener una duda. Lo que sí tenía, y esto era cien por cien seguro, era un encaprichamiento extremo por…
… por ese collar con pinchos que portaba Uchiha Umi. ¡Era tan bonito! Necesitaba probárselo. Necesitaba ver qué tal le quedaría a ella.
—Buenos días a todos —empezó, en cuanto todos se presentaron. Su voz era particularmente grave—. Mi nombre es Tsuta Neiru y seré la líder de vuestro escuadrón.
Alrededor de ellos, el barullo fue en aumento a medida que los distintos escuadrones se juntaban con sus capitanes. Un par de jóvenes genins no encontraban su escuadrón e iban de aquí para allá, perdidos, preguntando desorientados con todo aquel que se cruzaban.
Tsuta Neiru desplegó un mapa frente a ellos.
—Llegaremos mañana al atardecer a este punto —dijo, señalando el barco dibujado—. Según nuestros informes, lo más probable es que el ejército de la Alianza se esté enfrentando en esos momentos a los ninjas de Kurama en algún punto cercano a los Arrozales del Silencio. Gracias a los sellos de comunicación, sabremos cómo está yendo la batalla y decidiremos si vamos a apoyar o nos dirigimos a la Villa de las Aguas Termales, donde trataremos de conseguir nuestro objetivo principal: recuperar la aldea de las manos de Kurama.
Hizo una breve pausa para mirarles por un instante antes de continuar.
—Si bien originalmente esta misión iba a estar conformada por ninjas de la Alianza, se decidió a última hora que solo seríamos los uzujines —informó. Quizá por eso habían necesitado de ninjas tan jóvenes e inexperimentados para rellenar el regimiento—. Una de las razones es porque… no atracaremos el barco en el puerto de las Costas de las Olas Rompientes.
Desenvolvió un pergamino frente a ellos y se oyó un sonoro: ¡pluff! Tras una nube de humo blanca, aparecieron seis chalecos salvavidas y tres cuerdas.
—Lo más probable es que las fuerzas de Kurama tengan controlado el puerto y nos encontrásemos con sorpresas desagradables en los muelles. Además, alertaríamos de nuestra presencia. Por eso mismo, los uzujines somos los más adecuados para el desempeño de esta misión. Nos cobijaremos bajo el amparo de la oscuridad de la noche para... saltar directamente al mar.
—Las Costas de las Olas Rompientes está llena de acantilados y rocas peligrosas bajo la superficie que hacen intratable el desembarco en ningún otro punto que no sea el puerto. Por ello, repito, el barco quedará a una distancia desde la que no sea vea desde el puerto con la oscuridad de la noche y correremos por las olas a esta playa de aquí, situada a trescientos metros del puerto. Todos y cada uno de nosotros llevará puesto el chaleco salvavidas por seguridad, e iremos atados por cuerdas en parejas por si ocurre un accidente. Pase lo que pase, no obstante, deberemos mantenernos en absoluto silencio. Debemos llegar a la Villa de las Aguas Termales sin que nadie nos vea. La sorpresa es nuestra mejor baza. Si no conseguimos llegar de forma sigilosa, las probabilidades de éxito de esta misión bajarán al veinte por ciento.
»¿Alguna duda hasta aquí?
Hana podía o no tener una duda. Lo que sí tenía, y esto era cien por cien seguro, era un encaprichamiento extremo por…
… por ese collar con pinchos que portaba Uchiha Umi. ¡Era tan bonito! Necesitaba probárselo. Necesitaba ver qué tal le quedaría a ella.