29/04/2022, 21:57
Suspiró y se acercó hasta ella para coger un par de las que le ofreciera, guardándolas en algunos de sus bolsillos y en su portaobjetos. Igualmente, miraba algunas de las chocolatinas que le estaba dando; unas tenían galletas, otras algo de caramelo en su interior y algún fruto secos. Las dos primeras eran bastante apetecibles. Tras ello, se quedaría un poco parada delante de ella sin saber que hacer, por lo que se vería ruborizada y respondería dándole un nuevo beso mientras cerraba los ojos. Cogería los vasos y los tiraría en una papelera cercana, y posteriormente cogió los libros para dejarlos en un lugar sobre el que había una señal que indicaba que depositaran ahí los libros. En todo momento, esperaba y miraba de reojo a Hana, esperando que la siguiera hasta que entregó las llaves.
Tras ello, al salir a la calle, el cielo estaba teñido de un color rojizo por el atardecer, y las farolas estaban empezando a iluminar las calles.
— R-Realmente se nos ha hecho más tarde de lo esperado — añadió mirando al cielo, sin soltar la mano de Hana —. Espera, con lo que dijiste antes... ¿Entonces ya no te puedo llamar Imouto-chan?
Tras ello, al salir a la calle, el cielo estaba teñido de un color rojizo por el atardecer, y las farolas estaban empezando a iluminar las calles.
— R-Realmente se nos ha hecho más tarde de lo esperado — añadió mirando al cielo, sin soltar la mano de Hana —. Espera, con lo que dijiste antes... ¿Entonces ya no te puedo llamar Imouto-chan?